SANTA BARBARA DE CASA: Buenos días, amigos de Santa Bárbara....

Buenos días, amigos de Santa Bárbara.

ACEITUNERO: No tienes que pedir disculpas. Has estado fantástico, al menos para mí, que he caido como un pichón. La verdad es que me parecía un poco pronto para que hubiera grumelos, pero pensé que con tanta agua como ha caído, pudiera haberlos. Por aquí hay mucha gente buscando setas en los robledales y en los hayedos.
Además contaste con la aytuda inestimable del amigo Antonio, que decía que también los había encontrado.
¡Cómo me la habéis dado!

PEDRO EL DEL PUEBLO: Ya ves como un viejete como yo, cae como un niño. Será que no tengo ninguna malicia.

ANTONIO ESCUDERO: Gracias, pero no me guardes tantos grumelos como los que encontraste ayer. Como son los primeros, cómetelos con tus paisanos, yo me conformaré con recordar su sabor. ¡Qué bien me la habéis colado!

Que dure el buen humor, que desgraciadamente no hay demasiados motivos para reirse un poquito. Y peor que viene la cosa.

Agur.