GRACIAS, muchas gracias a todos los amigos que han estado conmigo y con mi familia en estos momentos difíciles para todos nosotros. Hay que dar gracias a Dios que nos ha permitido tenerla entre nosotros hasta los 96 años y, lo más importante, siendo autosuficiente. Mi Madre era un libro abierto cada vez que necesitaba saber algo del pueblo. Ella me contaba mil y una historia de mis paisanos y de camino, aquellas que ella había sido protagonista. Algunas de sus historias o vivencias fueron publicadas en nuestra revista porque eran dignas de ser sabidas por todos, siempre en tono irónico, pues sabía reírse de si misma. Guardo gratos recuerdos de aquellos años duros, digo gratos recuerdos, pues siendo un niño de seis o siete años, allá por los 49/50, pude comprobar como mi Madre ayudaba a más de un familiar que no tenían ni lo más necesario. Como ella, me consta que había más de una. Estas Madres que han dado su vida por los demás, se merecen siempre, nuestro recuerdo. Quiero recordar a mi Madre con alegría. Quiero recordar su sabiduría, esa sabiduría pueblerina aprendida día a día, si madre desde los nueve años y con tres hermanos varones, supo sobrellevar los años con una gran entereza. Con 32 años perdió a su Padre al que alcanzó un rayo. Una muerte cruel que supo igualmente, sobrellevar. Gguardó las monedas que llevaba mi abuelo y tenerlas en su poder todos estos años. Ha sido un ejemplo para todos nosotros y a mí y a mi Hermana y Hermano, nos quedará siempre su recuerdo. Ya Dios y nuestros Patronos, disponen de una nueva santabarbera, aunque no era de fiestas, si que la tendrán para hacerles todos los paños que necesiten en el Cielo. Repito mi agradecimiento a todos los amigos, tanto de los foros, como aquellos que nos han acompañado en estos días y a los que lo han hecho por medio de mensajes a mi correo. A todos gracias y mil veces gracias.