Buenas noches, amigos de Santa Bárbara.
¡Qué bonito! ¡Qué hermoso! el diálogo que mantenéis los santabarberos recordando viejos tiempos; vuestras vicisitudes con la beleidosa fortuna, que os obligó, como a quien esto escribe, a marcharse de su tierra. Eso es algo que quienes han tenido la suerte de no pasar por esa situación, no podrán valorar jamás.
Yo, al menos, le doy un valor incalculable al poder vivir en la tierra que te vió nacer. Yo no he podido.
Tener que salir del pueblo, a tierras lejanas, cuando apenas has pasado más allá de Huelva, es algo muy duro. Yo lo hice con 18 años, en solitario, sin conocer a nadie en el lugar donde iba (Valle de Arán) No me avergüenza el decirlo, pero lloré rios de lágrimas en el camino. No tenia otra alternativa.
Ahora, cuando os leo, pienso en lo mal que se pasa al principio.
Dejar amigos de la infancia en el pueblo, y verlos ahora en fotos, debe ser, mejor dicho, es muy emocionante.
Un abrazo para todos.
¡Qué bonito! ¡Qué hermoso! el diálogo que mantenéis los santabarberos recordando viejos tiempos; vuestras vicisitudes con la beleidosa fortuna, que os obligó, como a quien esto escribe, a marcharse de su tierra. Eso es algo que quienes han tenido la suerte de no pasar por esa situación, no podrán valorar jamás.
Yo, al menos, le doy un valor incalculable al poder vivir en la tierra que te vió nacer. Yo no he podido.
Tener que salir del pueblo, a tierras lejanas, cuando apenas has pasado más allá de Huelva, es algo muy duro. Yo lo hice con 18 años, en solitario, sin conocer a nadie en el lugar donde iba (Valle de Arán) No me avergüenza el decirlo, pero lloré rios de lágrimas en el camino. No tenia otra alternativa.
Ahora, cuando os leo, pienso en lo mal que se pasa al principio.
Dejar amigos de la infancia en el pueblo, y verlos ahora en fotos, debe ser, mejor dicho, es muy emocionante.
Un abrazo para todos.