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Buenos días, amigos de Santa Bárbara.
MADRE CORAJE: Bienvenida a este foro. Por lo que leo, a ti tendría que decirte "Egunon" en lugar de buenos días, ya que resides en Euskadi. También a mí, siendo un andaluz profundo, el destino me llevó hasta Vitoria. Aquí todos aprendemos de todos; ya lo irás viendo.
ÁNGELA ESCUDERO: Cuando tu ordenador no funcione bien, échale 3 en 1. Eso hago yo con las cerraduras de mi casa, y funcionan de maravilla. Estupendas tus quesiñas. Las estoy mirando como oro en paño.
NOEMÍ: ¿Sigues por tu Zamora natal o ya estás en Pinto?
Yo, como Isabel, también pensé que eras la Noemí, hija de Kurra, que creo que anda por Huesca. Si no he leído o interpretado mal, has ejercido el Magisterio, ¿no? Para mí, la profesión más bonita e importante. ¿Cómo se podría ser un gran científico -por ejemplo- sin pasar por una escuela previamente?
ANTONIO ESCUDERO: ¿Qué pasó el miércoles? Espero que Trigueros sea más conocido que Santa Olalla del Cala entre los seguidores de tu programa.
Como se han incorporado nuevos amigos al foro, permíteme que deje también unas letrillas, que creo haber dejado anteriormente.
LA MEJOR ORACIÓN
Cuentan de un hombre que un día
a la iglesia fue a rezar,
para dar gracias a Dios
por un hecho singular.
Se arrodilló ante su Cristo,
sin saber cómo empezar.
Nunca leyó el Catecismo,
y tampoco usó Misal.
A misa nunca asistió,
ni se confesó jamás.
De evangelios no sabía,
ni que existieran quizás
Dándole vueltas al tema,
sólo dijo: “Aquí está Juan”
Y entabló conversación
con la imagen del altar.
“Yo vengo a darte las gracias
por el favor que me has.
El pagártelo no puedo,
sabes que no tengo ná.”
Me lo comentó un amigo,
me dijo: ‘ vete p´allá,
que en ese edificio grande,
quien puede ayudarte está’.
Aquí vine yo una tarde,
y no te pude encontrar,
y murmurando mi pena
a mi casa fui a llorar.
Supongo que no se puede
en esta casa fumar.
Pero echemos un cigarro,
de conversación no más.
Al cabo de poco tiempo,
(¿se puede uno sentar?),
digo que pasado un tiempo,
mi niño empezó a sanar.
Los médicos no encontraron
remedios para su mal.
Pero ¿tú cómo lo has hecho?
¿Magia, por casualidad?
No has ido ni a visitarle,
ni sabes su enfermedad,
y sin hablar yo contigo
le sabes cómo curar.
Pues, como te iba diciendo,
mi niño jugando está.
Y yo he cogido el camino…..,
y te vengo a visitar.
Se oyó una voz muy profunda,
venida del más allá,
que le dice con amor
y serena majestad:
“A tu hijo lo ha curado
tu propia sinceridad
al pedirme que lo hiciera
con tanta fe y humildad”
Puedes marcharte tranquilo,
que aunque no sepas rezar,
fue la mejor oración
que Yo he escuchado jamás.
*************************
Un abrazo para todos. Agur.
MADRE CORAJE: Bienvenida a este foro. Por lo que leo, a ti tendría que decirte "Egunon" en lugar de buenos días, ya que resides en Euskadi. También a mí, siendo un andaluz profundo, el destino me llevó hasta Vitoria. Aquí todos aprendemos de todos; ya lo irás viendo.
ÁNGELA ESCUDERO: Cuando tu ordenador no funcione bien, échale 3 en 1. Eso hago yo con las cerraduras de mi casa, y funcionan de maravilla. Estupendas tus quesiñas. Las estoy mirando como oro en paño.
NOEMÍ: ¿Sigues por tu Zamora natal o ya estás en Pinto?
Yo, como Isabel, también pensé que eras la Noemí, hija de Kurra, que creo que anda por Huesca. Si no he leído o interpretado mal, has ejercido el Magisterio, ¿no? Para mí, la profesión más bonita e importante. ¿Cómo se podría ser un gran científico -por ejemplo- sin pasar por una escuela previamente?
ANTONIO ESCUDERO: ¿Qué pasó el miércoles? Espero que Trigueros sea más conocido que Santa Olalla del Cala entre los seguidores de tu programa.
Como se han incorporado nuevos amigos al foro, permíteme que deje también unas letrillas, que creo haber dejado anteriormente.
LA MEJOR ORACIÓN
Cuentan de un hombre que un día
a la iglesia fue a rezar,
para dar gracias a Dios
por un hecho singular.
Se arrodilló ante su Cristo,
sin saber cómo empezar.
Nunca leyó el Catecismo,
y tampoco usó Misal.
A misa nunca asistió,
ni se confesó jamás.
De evangelios no sabía,
ni que existieran quizás
Dándole vueltas al tema,
sólo dijo: “Aquí está Juan”
Y entabló conversación
con la imagen del altar.
“Yo vengo a darte las gracias
por el favor que me has.
El pagártelo no puedo,
sabes que no tengo ná.”
Me lo comentó un amigo,
me dijo: ‘ vete p´allá,
que en ese edificio grande,
quien puede ayudarte está’.
Aquí vine yo una tarde,
y no te pude encontrar,
y murmurando mi pena
a mi casa fui a llorar.
Supongo que no se puede
en esta casa fumar.
Pero echemos un cigarro,
de conversación no más.
Al cabo de poco tiempo,
(¿se puede uno sentar?),
digo que pasado un tiempo,
mi niño empezó a sanar.
Los médicos no encontraron
remedios para su mal.
Pero ¿tú cómo lo has hecho?
¿Magia, por casualidad?
No has ido ni a visitarle,
ni sabes su enfermedad,
y sin hablar yo contigo
le sabes cómo curar.
Pues, como te iba diciendo,
mi niño jugando está.
Y yo he cogido el camino…..,
y te vengo a visitar.
Se oyó una voz muy profunda,
venida del más allá,
que le dice con amor
y serena majestad:
“A tu hijo lo ha curado
tu propia sinceridad
al pedirme que lo hiciera
con tanta fe y humildad”
Puedes marcharte tranquilo,
que aunque no sepas rezar,
fue la mejor oración
que Yo he escuchado jamás.
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Un abrazo para todos. Agur.
