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SANTA BARBARA DE CASA: TEO MUCHAS GRACIAS, ya veo que conoces Huelva de pe...

Señor Octavio, no te metas con la gente de santa bárbara, porque si es así con la "iglesia hemos topado", y menos con nuestro amigo Antonio, si lo conocieras en persona no lo harías, hablas de una zona agrícola en concreto llamada "Pequeña Holanda", así es, enclavada en el término municipal de Almonte, muy cerca de la aldea de El rocío, y sigue produciendo, fresas, hortalizas, cítricos, melocotones, naranjas y un sin fín de productos del campo, amén del enclave que le rodea. lo conozco bien.

saludos a todos.

TEO MUCHAS GRACIAS, ya veo que conoces Huelva de pe a pa. Lo de este Señor, no ha tenido la mayor importancia, para mí. Otra cosa es si tenía alguna intención, pero desde luego, yo desde un principio lo tomé a broma y así debería de quedarse. Esta noche espero que me llamen a radio hispanidad y te invito a que tú, también lo hagas. Puedes escucharnos en www. hispanidadradio. com y llamar al 959154242 de 8 a 9 de la noche.

NOEMÍ, como dicen por aquí, “pelillos a la mar” llama esta noche, creo que lo hará Noemí Cecilia desde Argentina.

VICTORIA, me sigues alucinando, te decía que eres ardilla. Me he equivocado, corres más que un leopardo.

MACARENA, ISABEL, ÁNGELA, dejaros ver.

MI AMIGO DE CAMPO

Se levanta muy temprano
Apenas rompiendo el día
Para cuidar su ganado
Que son su cruz y su guía

En una casa de adobes
Con la puerta hecha pedazos
Cuidaba de su rebaño
Desde el alba hasta el ocaso

Un huerto que no era grande
Alcancilla de tablones
Sembraba para comer
Las sandías y melones

Junto a la casa, un chozajo
Donde guardas las gallinas
Una vertedera vieja
Un mulo y una pollina

Veinticinco o treinta cabras
Con pastos llenan sus panzas
Y unos cinco o seis marranos
Listos para la matanza

Las tenía que ordeñar
Por las mañanas temprano
A los cerdos, su comida
Y a las gallinas, su grano

Con la leche hacía los quesos
Que vendía para vivir
Y encima del entremijo
Los ponía para escurrir

Vendía pimientos, tomates
Vendía sandías y melones
Y también vendía las papas
Que llevaba en los serones

Así sacaba el sustento
Corriendo como los galgos
Pasando vicisitudes
Por culpa del vino amargo

La fuerza de su mujer
Mucho peso y más bondad
Lo sacó de aquel abismo
Por el que quería saltar

Su prole creció ligera
Y pronto se estableció
Para disfrutar tranquilos
Lo que su Padre sudó

Nunca ha dejado su huerto
Ni sus cabras, ni su campo
Y sigue haciendo los quesos
Que más de uno me zampo

Sus caras, puestas al sol
Del color de las pizarras
Y sus manos encalladas
Como troncos de las parras

Siempre tienen la sonrisa
Y las ventanas abiertas
En esta casa de amigos
Nunca se cierra la puerta
A. E. I.