Hola! desde que hicistes aquella aclaración sobre Pedro Bellota (tú cuñao) me imaginaba que eras tú, me alegra mucho poder contactar contigo.
Pero aunque mi memoria está echa polvo jeje, quiero recordar que lo de la
piedra, y además mojada, (por nosotros) eran corchas que fuimos a venderle al Bodeguero, y al ver el sobrepeso de los dos saquillos nos caló rapido jajaja, así que tuvimos que ir a Bartolo el de tio Niño, y ya sin trampas.
Lo del poleo fué una mañana (y menos mal que era temprano) más
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