SANTA BARBARA DE CASA: LUCIANO, tu sabes que yo tambien me "he echado a nadar,...

LUCIANO, tu sabes que yo tambien me "he echado a nadar, que era como se decía antes, en el charco "erru" y en la leva de de tio Juan el "Charanga", y en la de tio chato tambien, eran otros tiempos, yo sé que tú desde la lejanía de tu pueblo estas cosillas las sientes mucho más, porque aquí puedes recordarlas in situ y no es lo mismo, ahí llevas escritos mios publicados en la revista de la Romería del 2010.

Llega el mes de Abril, y la primavera está en todo su esplendor, ha terminado la recogida de la aceituna, la poda (o tala como se dice aquí) de los olivos, encinas y viñas, y también las matanzas; el campo se encuentra engalanado, con la flor de la jara, el tomillo, las amapolas y las margaritas que van floreciendo, y los trigos verdeando con ganas de echar la espiga, los pajarillos, la tórtola y la perdiz fabricando sus nidos para criar su recua, los geranios en las ventanas y balcones floreciendo, los lugareños preparando sus huertos para sembrar la hortaliza de verano, y lo más importante; empieza el traqueteo de todo lo que conlleva pasar la romería con nuestro PATRON San Sebastián,”limpiar” la caseta lo primero, hacer los presupuesto para los gastos, preparar los trajes, preparar el caballo al que le guste y lo tenga o lo arriende; las Autoridades del pueblo, el Presidente, los Mayordomos/as, y el resto de la Hermandad, y otras personas anónimas trabajando, para preparar todo lo que se va a celebrar durante esos días, lo hacen con gran entusiasmo en honor de nuestro Patrón, y para el disfrute de las santabarberas y santabarberos, y para todo aquel que nos quiera visitar, allí estaremos si Dios quiere junto a nuestro Patrón.
Viene el día señalado, la salida del Santo Patrón de la Iglesia Parroquial, para iniciar su hermoso “camino”, un cante por “sevillanas” que nunca termina, un fandango que se empieza, unos vivas a San Sebastián, un apretón de manos al amigo que hace tiempo que no ves, una copa de aguardiente o de vino, la botella de plástico llena de rebujito o de aguardiente aguado colgada del hombro en bandolera, una persona mayor rezando en silencio, una mirada al campanario con las campanas que repican alegría o parecen cantar un coplilla. Llega el Santo a la portera y parece despedirse de su pueblo, pero su pueblo está acompañándole, gente en silencio y algunos rezando que esperan a su Patrón en ese lugar, y todos ya juntos se unen al camino, donde reboza la alegría, donde siguen los saludos y los abrazos, donde las margaritas y las retamas parecen inclinarse al paso de la carroza, así cantando y tomando una copa, llega nuestro Patrón a su Ermita, y allí en ese lugar, en un ambiente “romero”, se le canta, se baila, se toman copas con los amigos, se visitan casetas, se visita la Ermita, donde cada uno reza en silencio y se le habla al Santo, todo lo que en ese momento sale de los corazones, y todo eso pasa durante tres hermosos días de alegría.
“ El lunes por la tarde, como dice la “sevillana”, todo se va terminando, sola se queda la Ermita, solo se quedan los llanos, pero el Santo Patrón en nuestro corazón se queda, el Simpecado se despide y empieza el camino andando, junto con los “romeros” que le van cantando y algunos hasta llorando, y caminando y caminando de la Ermita se va alejando”.
Un recuerdo para los que, durante este año han desaparecido de entre nosotros, ellos desde el cielo nos estarán protegiendo, y para todos y todas los ancianos del pueblo que se encuentran impedidos, para los enfermos, para los que están fuera y no pueden venir a la Romería.
Un saludo también, para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que velan día y noche para que todo transcurra con normalidad, vaya para ellos mi grato recuerdo.
Al Santo Patrón no sólo le digo que nos proteja durante la Romería, sino durante todo el año, porque lo vamos a necesitar.