Nacida y criada en Huelva soy, hija de Santa Barbera y Arocheño. Aroche por desgracia lo he vivido poco, sólo las historias que mi abuela me contaba de cuando vivía en la huerta y se tuvo que ir a buscar la vida a Huelva cuando mi padre tenía 17 años. Mi madre abandonó Santa Bárbara antes, cuando tenía 8 años para irse a vivir donde mi abuelo lo destinaron. Pero desde que nací, mi madre y mis abuelos me han inculcado en cariño por mi pueblo.
Desde pequeña todos los fines de semana venia desde el viernes lo más temprano que podía hasta el domingo lo más tarde que me pudiera ir, y el fin de semana que no íbamos mi madre me lo decía a última hora del viernes, para tenerme que aguantarme llorando el menos tiempo posible. Llegaba semana santa, los veranos, las navidades y yo estaba deseando irme para el pueblo. Mis amigos de Huelva me decían quédate, y mi respuesta siempre era la misma: NO, yo me voy para mi pueblo. Y si era la fecha de romería, uff que semana más mala en Huelva, deseando que llegara el jueves para irme corriendo para el pueblo y pasar allí el fin de semana más esperado para muchos de los Santabarberos.
Mi acento me evidencia, las palabras que siempre tengo para mi pueblo me descubren, el amor por aquel terruño me desvela, la amistad que me une a su gente manifiesta, la admiración por mi patrón me declara y la devoción, el cariño y la fe que le proceso a MI PATRONA me delatan, nacida y criada en Huelva sí, pero SANTABARBERA DE CORAZÓN.
Por último decir que para ser y sentirse de un sitio no hace falta nacer o vivir allí. Hay mucho Santabarbero que no ha nacido aquí pero que lleva Santa Bárbara en la sangre y otros que teniendo la suerte de haber nacido aquí, tuvieron que emigrar por circunstancias de la vida y por eso no dejan de serlo.
Pedro: Esperemos que nada enturbie la romería, porque como bien dices es hermosa y hay que vivirla para saber cómo es, porque las palabras no pueden expresarlo. Y por supuesto que luchare por mi sueño de ser mayordoma. Pones que vives en Vitoria, no sé si eres Santabarbero o no, pero eso es lo de menos, porque a la romería estas invitado.
Pedro el de pueblo: Si de algo estoy segura es que tu bien poco me conoces, y de la historia de mi pueblo se bastante porque gracias a Dios mis abuelos y mi madre se han encargado de contármela y de enseñarme a querer a mi pueblo como lo quiero.
Desde pequeña todos los fines de semana venia desde el viernes lo más temprano que podía hasta el domingo lo más tarde que me pudiera ir, y el fin de semana que no íbamos mi madre me lo decía a última hora del viernes, para tenerme que aguantarme llorando el menos tiempo posible. Llegaba semana santa, los veranos, las navidades y yo estaba deseando irme para el pueblo. Mis amigos de Huelva me decían quédate, y mi respuesta siempre era la misma: NO, yo me voy para mi pueblo. Y si era la fecha de romería, uff que semana más mala en Huelva, deseando que llegara el jueves para irme corriendo para el pueblo y pasar allí el fin de semana más esperado para muchos de los Santabarberos.
Mi acento me evidencia, las palabras que siempre tengo para mi pueblo me descubren, el amor por aquel terruño me desvela, la amistad que me une a su gente manifiesta, la admiración por mi patrón me declara y la devoción, el cariño y la fe que le proceso a MI PATRONA me delatan, nacida y criada en Huelva sí, pero SANTABARBERA DE CORAZÓN.
Por último decir que para ser y sentirse de un sitio no hace falta nacer o vivir allí. Hay mucho Santabarbero que no ha nacido aquí pero que lleva Santa Bárbara en la sangre y otros que teniendo la suerte de haber nacido aquí, tuvieron que emigrar por circunstancias de la vida y por eso no dejan de serlo.
Pedro: Esperemos que nada enturbie la romería, porque como bien dices es hermosa y hay que vivirla para saber cómo es, porque las palabras no pueden expresarlo. Y por supuesto que luchare por mi sueño de ser mayordoma. Pones que vives en Vitoria, no sé si eres Santabarbero o no, pero eso es lo de menos, porque a la romería estas invitado.
Pedro el de pueblo: Si de algo estoy segura es que tu bien poco me conoces, y de la historia de mi pueblo se bastante porque gracias a Dios mis abuelos y mi madre se han encargado de contármela y de enseñarme a querer a mi pueblo como lo quiero.