Buenas tardes, amigos de Santa Bárbara.
Hoy, leyendo el periódico "El Correo Español. El Pueblo Vasco" me encuentro con esta noticia que hace alusión a nuestra tierra. Es un poco larga, pero no me he atrevido a resumirla por miedo a mutilarla.
¿Gurumelos? Fue mi buen Antonio Reyes el que me habló por vez primera de estas setas, que brotan en su Huelva natal, entre alcornoques y encinas -también junto a pinos y jaras- de la sierra de Aracena; como lo hacen en parajes similares de los Pedroches cordobeses, la Sierra Norte sevillana y el sur de Badajoz, hasta extenderse hacia Poniente por el Alentejo portugués. Tienen, pues, el buen gusto de brotar estos hongos allá por donde trota el cochino ibérico.
Considerada especie 'de primavera', pueden recogerse ya cuando acabamos de atravesar el ecuador del invierno. En la tierra de Antonio se dice: “en febrero gurumelo, en marzo gurumelazo, en abril gurumelín”.
El nombre viene, a decir de algunos, de la forma de 'grumo' o grano que presenta cuando comienza a asomar la cabeza en el campo. Sin embargo, bien podría ser un variante de 'cogumelo', que es la denominación general en portugués y gallego para las setas. Su nombre científico es 'amanita ponderosa'. Y, sí, está relacionada con la venenosa 'phalloides', con la que guarda además cierto parecido; los micólogos recomiendan por ello extremar el cuidado, no arriesgarse a recolectar gurumelos si no se conocen bien y, en todo caso, asegurarse mostrando las setas recogidas a un especialista.
Si son buenas, disfrutaremos de un manjar, que por su valor gastronómico y su limitación geográfica alcanza altos precios: hasta 50 euros el kilo. A cambio, nos llevamos una seta de intenso aroma, sabor profundo y carne prieta, blanca al principio y que se torna rosácea al cortarla.
Considerada la seta reina de Andalucía, allí la consumen acompañando a carnes, cocida con garbanzos y/o con arroz, en revuelto, a la plancha... El Andévalo onubense la tiene como su producto típico y son de allí preparaciones tan sugestivas como el potaje de gurumelos (con alubias blancas y chorizo), el picadillo (con tomates, cebolla, cilantro, vinagre, aceite y sal) y hasta en sopa. Y, con la primavera ya avanzada, combinan bien con platos fríos como el salmorejo.
Aracena es por derecho propio la 'capital micológica' de la sierra onubense y alberga algunos locales con merecida fama que pueden presumir de su recetas con gurumelos, como los que sirve salteados con virutas de jamón el Montecruz; con arroz en El Manzano, revuelto en el Casas...
El preciado gurumelo, de cuya existencia yo no tenía noticia hasta hace bien poco, es una magnífica excusa para visitar ese rincón occidental de Andalucía; la sierra de Aracena, los Pedroches, la Sierra Norte. Donde reina el cerdo ibérico y donde se rinde culto al jamón y a otras carnes que de él se obtienen (presa, secreto...); pero donde abundan también las buenas legumbres y las setas. Sus paisajes verdes, poblados de alcornoques y encinas en las laderas que dan al sur y al este, sorprenden al visitante con sus nogales y sus castaños en su cara noroccidental.
Monte húmedo por un lado, jarales de aroma embriagador por otro... y muy cerca el mar.
Hoy, leyendo el periódico "El Correo Español. El Pueblo Vasco" me encuentro con esta noticia que hace alusión a nuestra tierra. Es un poco larga, pero no me he atrevido a resumirla por miedo a mutilarla.
¿Gurumelos? Fue mi buen Antonio Reyes el que me habló por vez primera de estas setas, que brotan en su Huelva natal, entre alcornoques y encinas -también junto a pinos y jaras- de la sierra de Aracena; como lo hacen en parajes similares de los Pedroches cordobeses, la Sierra Norte sevillana y el sur de Badajoz, hasta extenderse hacia Poniente por el Alentejo portugués. Tienen, pues, el buen gusto de brotar estos hongos allá por donde trota el cochino ibérico.
Considerada especie 'de primavera', pueden recogerse ya cuando acabamos de atravesar el ecuador del invierno. En la tierra de Antonio se dice: “en febrero gurumelo, en marzo gurumelazo, en abril gurumelín”.
El nombre viene, a decir de algunos, de la forma de 'grumo' o grano que presenta cuando comienza a asomar la cabeza en el campo. Sin embargo, bien podría ser un variante de 'cogumelo', que es la denominación general en portugués y gallego para las setas. Su nombre científico es 'amanita ponderosa'. Y, sí, está relacionada con la venenosa 'phalloides', con la que guarda además cierto parecido; los micólogos recomiendan por ello extremar el cuidado, no arriesgarse a recolectar gurumelos si no se conocen bien y, en todo caso, asegurarse mostrando las setas recogidas a un especialista.
Si son buenas, disfrutaremos de un manjar, que por su valor gastronómico y su limitación geográfica alcanza altos precios: hasta 50 euros el kilo. A cambio, nos llevamos una seta de intenso aroma, sabor profundo y carne prieta, blanca al principio y que se torna rosácea al cortarla.
Considerada la seta reina de Andalucía, allí la consumen acompañando a carnes, cocida con garbanzos y/o con arroz, en revuelto, a la plancha... El Andévalo onubense la tiene como su producto típico y son de allí preparaciones tan sugestivas como el potaje de gurumelos (con alubias blancas y chorizo), el picadillo (con tomates, cebolla, cilantro, vinagre, aceite y sal) y hasta en sopa. Y, con la primavera ya avanzada, combinan bien con platos fríos como el salmorejo.
Aracena es por derecho propio la 'capital micológica' de la sierra onubense y alberga algunos locales con merecida fama que pueden presumir de su recetas con gurumelos, como los que sirve salteados con virutas de jamón el Montecruz; con arroz en El Manzano, revuelto en el Casas...
El preciado gurumelo, de cuya existencia yo no tenía noticia hasta hace bien poco, es una magnífica excusa para visitar ese rincón occidental de Andalucía; la sierra de Aracena, los Pedroches, la Sierra Norte. Donde reina el cerdo ibérico y donde se rinde culto al jamón y a otras carnes que de él se obtienen (presa, secreto...); pero donde abundan también las buenas legumbres y las setas. Sus paisajes verdes, poblados de alcornoques y encinas en las laderas que dan al sur y al este, sorprenden al visitante con sus nogales y sus castaños en su cara noroccidental.
Monte húmedo por un lado, jarales de aroma embriagador por otro... y muy cerca el mar.
Pedro, lo que dice Antonio Reyes, es cierto, se crían en Huelva, Cordoba, una zona de Sevilla, el Argarve y, según tengo entendido, en una parte de Marruecos. Es una seta muy caprichosa, necesita un buen otoño de agua y un invierno/primavera con agua y sol. Es amiga de las jaras, encinas y, no tanto, de los calistros (eucaliptos).
Esperemos que este año, podamos probarlo, yo, por unos motivos ú otros, todavía no he salido a dar una vuelta.
Un abrazo y espero que ningún asteroide, se deje caer por esas tierras.
Esperemos que este año, podamos probarlo, yo, por unos motivos ú otros, todavía no he salido a dar una vuelta.
Un abrazo y espero que ningún asteroide, se deje caer por esas tierras.
ANTONIO ESCUDERO: Yo tendré que conformarme con ver la foto que acompaña a esa información de El Correo. A mi como más me gustan es asados, con aceite y unos granos de sal. Con el poleo no me gusta porque le "come" el sabor al gurumelo; para mi gusto, claro.
Dices que no es amigo del eucaliptus, y yo me pregunto ¿el eucaliptus se "lleva bien" con algún vegetal?. Por la zona de Cantabría, que llueve mucho, sólo veo que crecen helechos a su alredeor.
Y hablando de lluvias, te diré que por aquí, en el mes de enero, ha llovido la mitad que en todo el 2012. Hay un pueblo de la Rioja Alavesa (Páganos) que el año pasado llovió 1,5 litros por m2, y este 202 l. por m2 en el mismo periodo de tiempo. Ya llevamos 910 l. por m2, y estamos en febrero. ¡Que bien le vendría ese agua al Andévalo!
Dices que no es amigo del eucaliptus, y yo me pregunto ¿el eucaliptus se "lleva bien" con algún vegetal?. Por la zona de Cantabría, que llueve mucho, sólo veo que crecen helechos a su alredeor.
Y hablando de lluvias, te diré que por aquí, en el mes de enero, ha llovido la mitad que en todo el 2012. Hay un pueblo de la Rioja Alavesa (Páganos) que el año pasado llovió 1,5 litros por m2, y este 202 l. por m2 en el mismo periodo de tiempo. Ya llevamos 910 l. por m2, y estamos en febrero. ¡Que bien le vendría ese agua al Andévalo!
PEDRO, al hablar de gurumelos, no tengo más que recordar a un gran amigo, que nos ha dejado en plena juventud. Era grumelero, como decimos por estos lares. Se nos ha ido, cuando le quedaba una vida por delante. Nuestro amigo NENIN, al que no pude acompañar, pues estaba de viaje, nos ha dejado, después de una larga enfermedad. Su caseta, "la Jarka de Noel", será difícil que vivan la romería, com todos los años.
La última vez, hace un mes, más o menos, le pregunté a su sobrino, y me dijo que estaba dando una vuelta a los grumelos.
PEDRO, así es la vida. Muchas veces se llevan a jóvenes que les queda un gran camino por recorrer.
Un abrazo. Si es posible, te guardaremos algunos grumelos.
La última vez, hace un mes, más o menos, le pregunté a su sobrino, y me dijo que estaba dando una vuelta a los grumelos.
PEDRO, así es la vida. Muchas veces se llevan a jóvenes que les queda un gran camino por recorrer.
Un abrazo. Si es posible, te guardaremos algunos grumelos.