Buenas tardes, amigos santabarberos.
DOROTEO: Te aclaro que yo soy hortelano de vocación tardía. Hasta poco antes de prejubilarme, no distinguía un semillero de cebollas, de uno de puerros, un semillero de lechugas, de otro de acelgas.
Mi contraria, que siempre tuvo huerto, es la que me ha ido enseñando. De hecho "me llevo al huerto" jaja.
ANTONIO ESCUDERO: La lectura de tu comentario dirigiéndote a TEO, me ha inspirado estos versos.
MI OPINIÖN Y DESEO
¡…”Y cómo pasan los años”!
Los años están ahí.
Nosotros sí que pasamos
acercándonos al fin.
A este mundo hemos llegado
desde un lejano confín.
Lo que dejemos en él,
debe ser nuestro botín.
Ese botín ha de estar
-como decimos aquí-
limpio como la patena,
no sucio como el hollín.
No me refiero a dineros,
-que hacen del hombre un ser vil,-
sino a valores humanos
que nunca deben morir.
Esa herencia yo quisiera
-si lo puedo conseguir-
dejársela a las personas
que vendrán detrás de mí.
Prefiero que me recuerden,
-si merezco que sea así-
por haber sido un buen hombre,
no por villano y ruin.
Es patrimonio del alma
el arte de ser feliz.
Consiste en dar lo que tienes,
y que te den sin pedir.
Aunque no os nombre, en mi mente estaís todos los que os asomáis al postigo de este foro. AGUR.
DOROTEO: Te aclaro que yo soy hortelano de vocación tardía. Hasta poco antes de prejubilarme, no distinguía un semillero de cebollas, de uno de puerros, un semillero de lechugas, de otro de acelgas.
Mi contraria, que siempre tuvo huerto, es la que me ha ido enseñando. De hecho "me llevo al huerto" jaja.
ANTONIO ESCUDERO: La lectura de tu comentario dirigiéndote a TEO, me ha inspirado estos versos.
MI OPINIÖN Y DESEO
¡…”Y cómo pasan los años”!
Los años están ahí.
Nosotros sí que pasamos
acercándonos al fin.
A este mundo hemos llegado
desde un lejano confín.
Lo que dejemos en él,
debe ser nuestro botín.
Ese botín ha de estar
-como decimos aquí-
limpio como la patena,
no sucio como el hollín.
No me refiero a dineros,
-que hacen del hombre un ser vil,-
sino a valores humanos
que nunca deben morir.
Esa herencia yo quisiera
-si lo puedo conseguir-
dejársela a las personas
que vendrán detrás de mí.
Prefiero que me recuerden,
-si merezco que sea así-
por haber sido un buen hombre,
no por villano y ruin.
Es patrimonio del alma
el arte de ser feliz.
Consiste en dar lo que tienes,
y que te den sin pedir.
Aunque no os nombre, en mi mente estaís todos los que os asomáis al postigo de este foro. AGUR.