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Buenas noches amigos de Santa Bárbara.
DOROTEO: Amigo mío, la soberbia y el orgullo, son malos compañeros de viaje. Con toda sinceridad te digo que no me considero más que nadie, pero al mismo tiempo, tampoco me creo inferior. Yo creo que el orgullo es como el colesterol, que lo hay bueno y malo. Orgullo malo es aquel que tienen ciertas personas que les hace creer que son seres superiores. Yo, afortunadamente no tengo ese tipo de orgullo, pero sin embargo si tengo el orgullo de tener buenos amigos, de ser andaluz, de ser honrado, y si tú lo dices, de ser sencillo. Yo soy como soy. Eso no es mérito mío, sino de mis difuntos padres que me lo inculcaron.
Muy bonita tu poesía que, supongo, dedicas a tu nieta, ¿verdad? Lo que te dije; la poesía es sentimiento. Cuando éste está presente, no hay que esforzarse mucho para que te salgan los versos.
ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Ya veo, Ángela, que te acuerdas de mis debilidades por los dulces. Por si no lo sabes te diré que en Santa Bárbara tenéis varias cosas que me encantan: El jamón, los morcones, los chorizos de lomo, los piononos y……. los higos. Pero por encima de todos esos productos, hay algo mejor, extraordinario: los amigos que he conseguido.
ANTONIO ESCUDERO: Algunas de las cosas que citas, sí que me he traído. Incluso una caja de vino del Condado. Lo estoy mirando como oro en paño. Para acompañar al picadillo de tomate, Ana se ha traído un montón de latas de caballa de Tejero. El coche venía rengaíto.
Las tostadas las untamos con aceite de oliva que traemos de Gibraleón. Yo las prefiero con unto, pero la señora doña Tensión, me lo impide.
EUSEBIO “EL VAQUILLA”: No hagas tanta publicidad de tus dulces, que si no, cuando yo vaya me tendrás que demostrar que son tan buenos como parecen. Es una broma. Como ves, la amiga Ángela te advierte del daño que me causa el verlos pero no catarlos.
Bueno amigos, me voy a la cama, que hoy he estado haciendo la “reforma agraria” en mi huerta y estoy un poco cansado. ¡La falta de costumbre! Un abrazo para todos, los citados y los que no. Agur.
DOROTEO: Amigo mío, la soberbia y el orgullo, son malos compañeros de viaje. Con toda sinceridad te digo que no me considero más que nadie, pero al mismo tiempo, tampoco me creo inferior. Yo creo que el orgullo es como el colesterol, que lo hay bueno y malo. Orgullo malo es aquel que tienen ciertas personas que les hace creer que son seres superiores. Yo, afortunadamente no tengo ese tipo de orgullo, pero sin embargo si tengo el orgullo de tener buenos amigos, de ser andaluz, de ser honrado, y si tú lo dices, de ser sencillo. Yo soy como soy. Eso no es mérito mío, sino de mis difuntos padres que me lo inculcaron.
Muy bonita tu poesía que, supongo, dedicas a tu nieta, ¿verdad? Lo que te dije; la poesía es sentimiento. Cuando éste está presente, no hay que esforzarse mucho para que te salgan los versos.
ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Ya veo, Ángela, que te acuerdas de mis debilidades por los dulces. Por si no lo sabes te diré que en Santa Bárbara tenéis varias cosas que me encantan: El jamón, los morcones, los chorizos de lomo, los piononos y……. los higos. Pero por encima de todos esos productos, hay algo mejor, extraordinario: los amigos que he conseguido.
ANTONIO ESCUDERO: Algunas de las cosas que citas, sí que me he traído. Incluso una caja de vino del Condado. Lo estoy mirando como oro en paño. Para acompañar al picadillo de tomate, Ana se ha traído un montón de latas de caballa de Tejero. El coche venía rengaíto.
Las tostadas las untamos con aceite de oliva que traemos de Gibraleón. Yo las prefiero con unto, pero la señora doña Tensión, me lo impide.
EUSEBIO “EL VAQUILLA”: No hagas tanta publicidad de tus dulces, que si no, cuando yo vaya me tendrás que demostrar que son tan buenos como parecen. Es una broma. Como ves, la amiga Ángela te advierte del daño que me causa el verlos pero no catarlos.
Bueno amigos, me voy a la cama, que hoy he estado haciendo la “reforma agraria” en mi huerta y estoy un poco cansado. ¡La falta de costumbre! Un abrazo para todos, los citados y los que no. Agur.