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Buenas tardes, amigos de Santa Bárbara.
DOROTEO: No seré yo quien diga que los juegos de antes fueran mejores que los actuales; pero sí digo una cosa que nadie podrá negarme: Aquellos juegos los hacíamos a base de imaginación, de ejercicios, de picardía (en el buen sentido de la palabra), y casi todos gratis.
Los de ahora son fruto de la imaginación de otros con el propósito de ganar dinero; son sedentarios (hay juegos que se desarrollan sentados en el sofá); cuestan un pastón; funcionan a base de pilas.
Los nuestros funcionaban con combustibles menos contaminantes: Pan, pringue, y garbanzos. Ah! y suela de zapatos o alpargatas.
No es de extrañar que la actual crisis económica sorprenda desprevenida a la juventud. No han conocido otra. Esta crisis durará 2 ó 3 años. Nosotros hemos vivido en crisis durante décadas. Por favor, que nadie me malinterprete. Estoy simplemente comparando dos épocas.
De una cosa estoy convencido: Yo, con esta crisis, seguiría viviendo en mi pueblo. La de la posguerra me envió a tierras lejanas. Eso sí, a mi tierra me la traje en mi corazón.
EMIGRAO: En primer lugar te diré que me congratula que pasárais un buen día en la Catedral de Barcelona. Además del geranio, había alrededor tuyo un buen ramillete de rosas, según veo en las fotos.
Te comentaría en qué consistía el juego de la rayuela, pero prefiero que lo haga el amigo Antonio. Lo bueno de aquellos juegos (la rayuela no es un excepción), es que tenían diversas variantes.
ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Yo puede que sea mal pagador, pero no se me olvida lo que me deben; y tú tienes una deuda conmigo. Te la recordaré por e-mail. Dinero no es.
Gracias por la información que me pasaste. Intentaré crear el mío. Tengo un ex compañero de trabajo que ha remontado el suyo hasta el año 1.568. Pero en Álava eso es más fácil. Ya te diré porqué.
Una pregunta: ¿Tú cómo lo haces para comer lo que te viene en gana y conservar esa figura, sin un michelín siquiera? Dices en un comentario anterior, que te hinchaste a comer tarta de avellanas, ¡con lo que eso engorda!.
ISABEL: Yo tuve más suerte que tú a la hora de visitar los molinos. Fui con Antonio, que se conoce esos resortes que te apunta El Vaquilla. Cuando vayas, ten cuidado con el cerrojo de la cancela. ¡Me puse el jersey de grasa, que ni te cuento! Jajaja. Y para más INRI, fuimos con Pepita y mi contraria, que nada más verme, me puso por “cochino”, “puerco”, “asqueroso”, y todas esas lindezas que las mujeres se sabéis de carretilla.
Seguro que si le hubiera pasado a ella y yo le digo algo, me habría dicho: “Tú no lo tienes que lavar, lo tengo que lavar yo”. Como comprenderás, estas son “peleas en broma” como las de Juanito Valderrama.
ANTONIO ESCUDERO: El próximo lunes, ¿de qué pueblo vais a hablar en tu programa, de Gibraleón?
El pasado lunes se demostró que el corral de Juan Flores, en Almonaster, no es el mejor sitio para una conexión. Tuvo más cortes que las películas de CIFESA.
Bueno, nada más. Un abrazo para todos y Agur.
DOROTEO: No seré yo quien diga que los juegos de antes fueran mejores que los actuales; pero sí digo una cosa que nadie podrá negarme: Aquellos juegos los hacíamos a base de imaginación, de ejercicios, de picardía (en el buen sentido de la palabra), y casi todos gratis.
Los de ahora son fruto de la imaginación de otros con el propósito de ganar dinero; son sedentarios (hay juegos que se desarrollan sentados en el sofá); cuestan un pastón; funcionan a base de pilas.
Los nuestros funcionaban con combustibles menos contaminantes: Pan, pringue, y garbanzos. Ah! y suela de zapatos o alpargatas.
No es de extrañar que la actual crisis económica sorprenda desprevenida a la juventud. No han conocido otra. Esta crisis durará 2 ó 3 años. Nosotros hemos vivido en crisis durante décadas. Por favor, que nadie me malinterprete. Estoy simplemente comparando dos épocas.
De una cosa estoy convencido: Yo, con esta crisis, seguiría viviendo en mi pueblo. La de la posguerra me envió a tierras lejanas. Eso sí, a mi tierra me la traje en mi corazón.
EMIGRAO: En primer lugar te diré que me congratula que pasárais un buen día en la Catedral de Barcelona. Además del geranio, había alrededor tuyo un buen ramillete de rosas, según veo en las fotos.
Te comentaría en qué consistía el juego de la rayuela, pero prefiero que lo haga el amigo Antonio. Lo bueno de aquellos juegos (la rayuela no es un excepción), es que tenían diversas variantes.
ANGELA ESCUDERO SUAREZ: Yo puede que sea mal pagador, pero no se me olvida lo que me deben; y tú tienes una deuda conmigo. Te la recordaré por e-mail. Dinero no es.
Gracias por la información que me pasaste. Intentaré crear el mío. Tengo un ex compañero de trabajo que ha remontado el suyo hasta el año 1.568. Pero en Álava eso es más fácil. Ya te diré porqué.
Una pregunta: ¿Tú cómo lo haces para comer lo que te viene en gana y conservar esa figura, sin un michelín siquiera? Dices en un comentario anterior, que te hinchaste a comer tarta de avellanas, ¡con lo que eso engorda!.
ISABEL: Yo tuve más suerte que tú a la hora de visitar los molinos. Fui con Antonio, que se conoce esos resortes que te apunta El Vaquilla. Cuando vayas, ten cuidado con el cerrojo de la cancela. ¡Me puse el jersey de grasa, que ni te cuento! Jajaja. Y para más INRI, fuimos con Pepita y mi contraria, que nada más verme, me puso por “cochino”, “puerco”, “asqueroso”, y todas esas lindezas que las mujeres se sabéis de carretilla.
Seguro que si le hubiera pasado a ella y yo le digo algo, me habría dicho: “Tú no lo tienes que lavar, lo tengo que lavar yo”. Como comprenderás, estas son “peleas en broma” como las de Juanito Valderrama.
ANTONIO ESCUDERO: El próximo lunes, ¿de qué pueblo vais a hablar en tu programa, de Gibraleón?
El pasado lunes se demostró que el corral de Juan Flores, en Almonaster, no es el mejor sitio para una conexión. Tuvo más cortes que las películas de CIFESA.
Bueno, nada más. Un abrazo para todos y Agur.
