Buenas tardes, amigos de Santa Bárbara:
ISABEL: Refrente a poder ir o no a Santa Bárbara, a causa del trabajo, te digo lo que a mí me han dicho muchas veces: "Lo primero es lo primero, y lo segundo va detrás de lo primero. ¡Qué se le va a hacer!
De momento te irás a pasar el finde a Galicia. No olvides el paraguas.
ANTONIO ESCUDERO: Vamos a ver: ¿Puedes andar o no puedes andar?, porque no paras quieto un momento. Ya se que te preocupa la recolección de tus hortalizas, pero ahí tienes a Teo para que te eche una mano.
No te lo vás a creer, pero entre Ana y yo llevamos sembradas más de 360 matas de pimientos. Luego pasa lo que pasa. To Cristo come pimientos gratis y sin sembrarlos. Pero nostros solemos decir que es preferuible poder dar a que te tengan que dar.
Somos pobres, pero no somos mala gente. ¿No te parece?
Aqui te dejo una semblanza entre el honor y la riqueza.
¿HONRRADEZ O RIQUEZA?
El hombre que nace pobre
buena carga lleva encima,
que si quiere ser honrado,
pobre será mientras viva.
Trabajará sin descanso,
si quiere que la comida
nunca le falte en su mesa;
y más, si tiene familia.
Siempre tendrá algún problema
que resolver cada día.
Y lo hará con decisión,
de otra forma no podría.
Ha de sudar lo que gana,
y mirar siempre hacia arriba,
para dar gracias a Dios,
en medio de su fatiga.
Y verá a su alrededor,
que otros hombres no le imitan,
que utilizan malas artes
para iniciar la subida.
Roban, traicionan o mienten,
y si es preciso, se humillan,
con tal de seguir subiendo
un escalón por encima.
El honor no les importa
perderlo en esta partida;
desconocen su valor
y el de conciencia tranquila.
Les interesa el poder,
o el dinero que destila.
Ambas cosas son efímeras,
más incluso que la vida.
¿Merece la pena acaso,
-alguno habrá que SÍ diga-
vivir siempre prisionero
de la ambición infinita?
El dinero es necesario,
pero en su justa medida.
sin traspasar el umbral
que envilece o discrimina.
No es más rico el que más tiene,
por más que la gente diga,
es más rico, sin dudarlo,
el que menos necesita.
Un abarzo para los que nombro y para los que no. Agur.
ISABEL: Refrente a poder ir o no a Santa Bárbara, a causa del trabajo, te digo lo que a mí me han dicho muchas veces: "Lo primero es lo primero, y lo segundo va detrás de lo primero. ¡Qué se le va a hacer!
De momento te irás a pasar el finde a Galicia. No olvides el paraguas.
ANTONIO ESCUDERO: Vamos a ver: ¿Puedes andar o no puedes andar?, porque no paras quieto un momento. Ya se que te preocupa la recolección de tus hortalizas, pero ahí tienes a Teo para que te eche una mano.
No te lo vás a creer, pero entre Ana y yo llevamos sembradas más de 360 matas de pimientos. Luego pasa lo que pasa. To Cristo come pimientos gratis y sin sembrarlos. Pero nostros solemos decir que es preferuible poder dar a que te tengan que dar.
Somos pobres, pero no somos mala gente. ¿No te parece?
Aqui te dejo una semblanza entre el honor y la riqueza.
¿HONRRADEZ O RIQUEZA?
El hombre que nace pobre
buena carga lleva encima,
que si quiere ser honrado,
pobre será mientras viva.
Trabajará sin descanso,
si quiere que la comida
nunca le falte en su mesa;
y más, si tiene familia.
Siempre tendrá algún problema
que resolver cada día.
Y lo hará con decisión,
de otra forma no podría.
Ha de sudar lo que gana,
y mirar siempre hacia arriba,
para dar gracias a Dios,
en medio de su fatiga.
Y verá a su alrededor,
que otros hombres no le imitan,
que utilizan malas artes
para iniciar la subida.
Roban, traicionan o mienten,
y si es preciso, se humillan,
con tal de seguir subiendo
un escalón por encima.
El honor no les importa
perderlo en esta partida;
desconocen su valor
y el de conciencia tranquila.
Les interesa el poder,
o el dinero que destila.
Ambas cosas son efímeras,
más incluso que la vida.
¿Merece la pena acaso,
-alguno habrá que SÍ diga-
vivir siempre prisionero
de la ambición infinita?
El dinero es necesario,
pero en su justa medida.
sin traspasar el umbral
que envilece o discrimina.
No es más rico el que más tiene,
por más que la gente diga,
es más rico, sin dudarlo,
el que menos necesita.
Un abarzo para los que nombro y para los que no. Agur.