¡Estamos ya mismo en Santa Bárbara, nuestra Patrona!
Queridísimos amigos y amigas; buenas noches.
ISAMARIA: Hoy voy de preguntón: ¿El pueblo donde tú vives tiene nombre? No me contestes ahora; hazlo después de la publicidad. JAJA
Yo, aunque tengo piso en Vitoria, vivo en un pueblo que se llama Alegría-Dulantzi. Creo que lo había dicho antes, pero por si acaso…
Vamos, que cuando te vistes en ese pueblecito, se te cayeron encima los palos del sombrajo.
Dice mi contraria, (Ana “Pizarrilla”), que con tu edad y viniendo de quienes vienes, no necesitarás restaurarte. Tiene en su mente la imagen de tu padre: Peinado hacia un lado, una mano en el bolsillo y la otra fuera, guapo, buen tipo, un poco delgado. También me dice que, sin menospreciar a tu abuela materna, tu abuela Catalina era guapísima.
Con estos antecedentes, está prohibido no ser guapa.
Tu madre, con la edad, querrá hacer como la Lola Flores, que si llega a vivir más años, la vemos de nuevo con Pepe Pinto.
Mira, ocurre una cosa: Nadie quiere ser viejo, pero todos deseamos llegar a serlo.
Dicen que la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo. Pero la vejez sólo se cura con la muerte.
¡Oye!, ¿los nueve hijos de tus suegros son así de apañaos?
Para darte un poco de envidia te diré que acaba de traerme mi contraria un descafeinado con un borrachito, que por el tamaño que tiene, debe venir con una buena ‘tajá’
No me perdonaría, ni me perdonarías, el dejar de decirte que tienes unas hijas guapísimas. No rompas el molde.
EMIGRAO: El sentido de la responsabilidad -acertado o no- hace que nuestro comportamiento para con el trabajo sobrepase lo establecido. Yo he hecho el tonto tantas veces, que pienso que realmente era tonto. Ten presente que ese sacrificio no te lo va a pagar nadie; sólo tu tranquilidad de conciencia.
Te veo haciendo un programa de HR desde Hospitalet. Al tiempo.
SANTABARBERA: Ya he colgado en Cabezas Rubias un mensaje con la respuesta a lo que me preguntabas. Si eres de Rubias, allí hay varias personas que me conocen. La capital de Euskadi es Vitoria.
ANTONIO ESCUDERO: Ya puedes adelantarle a Juan Infante, director de HR, que le van a llover en el chat los mensajes pidiéndole que amplíe el tiempo de tu programa. Que no le coja de susto.
CASTILLEJA: Sabes lo de aquel niño que llega a la charcutería y le dice al dueño: ‘Dice mi madre que me dé usted un euro de jamón ibérico de bellota’. Le contesta el dueño: ‘Dile a tu madre, que venga a pasar la lengua por el cuchillo cuando quiera’
Te parecieron bonitos los versos que le dediqué a mi contraria, ¿verdad? Potavía no está conforme.
MARÍA LUISA: ¿Has leído lo que le pongo a Castilleja? ¿Qué hago para que mi señora esté contenta? ¡Si soy un cacho pan! Mojao, eso sí.
Bueno, amigas y amigos, voy a cerrar el postigo que ya empieza a haber corriente. Agur.
Queridísimos amigos y amigas; buenas noches.
ISAMARIA: Hoy voy de preguntón: ¿El pueblo donde tú vives tiene nombre? No me contestes ahora; hazlo después de la publicidad. JAJA
Yo, aunque tengo piso en Vitoria, vivo en un pueblo que se llama Alegría-Dulantzi. Creo que lo había dicho antes, pero por si acaso…
Vamos, que cuando te vistes en ese pueblecito, se te cayeron encima los palos del sombrajo.
Dice mi contraria, (Ana “Pizarrilla”), que con tu edad y viniendo de quienes vienes, no necesitarás restaurarte. Tiene en su mente la imagen de tu padre: Peinado hacia un lado, una mano en el bolsillo y la otra fuera, guapo, buen tipo, un poco delgado. También me dice que, sin menospreciar a tu abuela materna, tu abuela Catalina era guapísima.
Con estos antecedentes, está prohibido no ser guapa.
Tu madre, con la edad, querrá hacer como la Lola Flores, que si llega a vivir más años, la vemos de nuevo con Pepe Pinto.
Mira, ocurre una cosa: Nadie quiere ser viejo, pero todos deseamos llegar a serlo.
Dicen que la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo. Pero la vejez sólo se cura con la muerte.
¡Oye!, ¿los nueve hijos de tus suegros son así de apañaos?
Para darte un poco de envidia te diré que acaba de traerme mi contraria un descafeinado con un borrachito, que por el tamaño que tiene, debe venir con una buena ‘tajá’
No me perdonaría, ni me perdonarías, el dejar de decirte que tienes unas hijas guapísimas. No rompas el molde.
EMIGRAO: El sentido de la responsabilidad -acertado o no- hace que nuestro comportamiento para con el trabajo sobrepase lo establecido. Yo he hecho el tonto tantas veces, que pienso que realmente era tonto. Ten presente que ese sacrificio no te lo va a pagar nadie; sólo tu tranquilidad de conciencia.
Te veo haciendo un programa de HR desde Hospitalet. Al tiempo.
SANTABARBERA: Ya he colgado en Cabezas Rubias un mensaje con la respuesta a lo que me preguntabas. Si eres de Rubias, allí hay varias personas que me conocen. La capital de Euskadi es Vitoria.
ANTONIO ESCUDERO: Ya puedes adelantarle a Juan Infante, director de HR, que le van a llover en el chat los mensajes pidiéndole que amplíe el tiempo de tu programa. Que no le coja de susto.
CASTILLEJA: Sabes lo de aquel niño que llega a la charcutería y le dice al dueño: ‘Dice mi madre que me dé usted un euro de jamón ibérico de bellota’. Le contesta el dueño: ‘Dile a tu madre, que venga a pasar la lengua por el cuchillo cuando quiera’
Te parecieron bonitos los versos que le dediqué a mi contraria, ¿verdad? Potavía no está conforme.
MARÍA LUISA: ¿Has leído lo que le pongo a Castilleja? ¿Qué hago para que mi señora esté contenta? ¡Si soy un cacho pan! Mojao, eso sí.
Bueno, amigas y amigos, voy a cerrar el postigo que ya empieza a haber corriente. Agur.