Cuando he visto estas nuevas imagenes de este molino, totalmente recuperado para el disfrute de todos, un regusto ha recorrido mi piel llevandome de golpe, a la casa donde naci y tambien vivi (Salón del Bosque)... Los recuerdos son confusos para poderlos articular pues los años eran pocos, pero si me acuerdo de ver desde el balcón de la que fué mi casa las aspas de este mismo molino girar acompasadamente al son del viento. Luego ya sabemos el rodar de los años los hizo caer en deshuso, llegando a un estado deplorable, por este motivo mi reconocimiento a las personas y entidades que han hecho posible este pequeño "milagro", pues me consta que ha sido una labor ardua y en ocasiones desagradecida. Nada más amigos un saludo desde Sant Cugat.