Los Mandamientos
Alma, atiende y escucha
estos cantares,
porque corrección tengas
de tus maldades.
Observar diez preceptos
Dios ha mandado;
aquel que los guardare,
será premiado.
I
Sobre todas las cosas
has de quererlo,
ni por el mundo entero
has de ofenderlo.
II
Su santo nombre en vano
jurar prohíbe.
Con verdad y justicia,
sí, lo permite.
III
Santifica las fiestas
oyendo misa,
sin trabajar en cosa
por muy precisa.
IV
Honrar a padre y madre
también previene,
y ensalza a quien a todo
respeto tiene.
V
Si a alguno mal deseas,
o bien la muerte,
contra Dios has pecado
y gravemente.
IV
Que seas puro y casto,
te manda el sexto
en palabras, en obras
y en pensamientos.
VII
No quites nada a nadie,
porque lo hurtado
nunca luce, y lo mismo
lo mal ganado.
VIII
Al prójimo no trates
con falsedades,
mentiras, testimonios,
más con verdades.
IX
El que en mujer ajena
pone el deseo,
al Cielo y a su prójimo
ofende a un tiempo.
X
Ten siempre los sentidos
muy vigilantes,
para que el enemigo
no los contraste.
Caridad, fe, esperanza,
son los motivos
que hacen a Dios y al hombre
finos amigos.
Alma, atiende y escucha
estos cantares,
porque corrección tengas
de tus maldades.
Observar diez preceptos
Dios ha mandado;
aquel que los guardare,
será premiado.
I
Sobre todas las cosas
has de quererlo,
ni por el mundo entero
has de ofenderlo.
II
Su santo nombre en vano
jurar prohíbe.
Con verdad y justicia,
sí, lo permite.
III
Santifica las fiestas
oyendo misa,
sin trabajar en cosa
por muy precisa.
IV
Honrar a padre y madre
también previene,
y ensalza a quien a todo
respeto tiene.
V
Si a alguno mal deseas,
o bien la muerte,
contra Dios has pecado
y gravemente.
IV
Que seas puro y casto,
te manda el sexto
en palabras, en obras
y en pensamientos.
VII
No quites nada a nadie,
porque lo hurtado
nunca luce, y lo mismo
lo mal ganado.
VIII
Al prójimo no trates
con falsedades,
mentiras, testimonios,
más con verdades.
IX
El que en mujer ajena
pone el deseo,
al Cielo y a su prójimo
ofende a un tiempo.
X
Ten siempre los sentidos
muy vigilantes,
para que el enemigo
no los contraste.
Caridad, fe, esperanza,
son los motivos
que hacen a Dios y al hombre
finos amigos.