EMIGRAO: Yo he conocido esos cuartos. La mayoría tenían una sola habitación. Todo lo más, dos.
Los que había en la calle La Puebla, eran un poco más amplios porque tenían un poco de patio interior, con salida a las antiguas escuelas.
En la calle Málaga, ese gallinero se convirtió en cocina-comedor en muchos casos. Digo esto en base a que en ambas calles vivieron familiares míos.
CASTILLEJA: Tambíen yo te contaré una anécdota con un gallo, cristirosado (con dos hileras de pinchos en las cresta)....