
Tengo tantos recuerdos del quiosco y de la escuela y del paseo, tanto, que añoro a mi antigua Valdelamusa como si ya no pudiera volver nunca.
Que pena que ahora el casino este cerrado, el mismo en el que pasé tardes enteras con la diana y los dardos, la mesa de billar , pero sobre todo, las charlas con Pedro ( el antepenúltimo dueño del casino ), mientras pensaba que añadir a la bolsa de chuches que me compraba cada mañana para el día entero.
Es una lástima tenerla tan cerca y sentirse como si la tuvierás en la otra punta del mundo. También lo es que la ilusión solo dure los fines de semana, aun así, algunas veces nos quedamos en Huelva, que es donde vivo.
Como podeis comprobar Valdelamusa es un sueño para mí, que solo se hace realidad los fines de semana que no me quedo en la ciudad.
Un saludo para todos los que sentíis el espíritu de Valdelamusa, porque solo vosotros sabeis lo que siento por mi tierra.
Que pena que ahora el casino este cerrado, el mismo en el que pasé tardes enteras con la diana y los dardos, la mesa de billar , pero sobre todo, las charlas con Pedro ( el antepenúltimo dueño del casino ), mientras pensaba que añadir a la bolsa de chuches que me compraba cada mañana para el día entero.
Es una lástima tenerla tan cerca y sentirse como si la tuvierás en la otra punta del mundo. También lo es que la ilusión solo dure los fines de semana, aun así, algunas veces nos quedamos en Huelva, que es donde vivo.
Como podeis comprobar Valdelamusa es un sueño para mí, que solo se hace realidad los fines de semana que no me quedo en la ciudad.
Un saludo para todos los que sentíis el espíritu de Valdelamusa, porque solo vosotros sabeis lo que siento por mi tierra.