Igual que un vado, un impuesto de circulación o una fotocopia. La libertad que tienen los ayuntamientos para imponer sus propios impuestos se traduce incluso en las bodas civiles. Casarse en el Ayuntamiento implica pasar por caja en la mayoría de los casos, además de adaptarse a unas medidas que, como en el caso de Almonte, impide que los novios se duerman en los laureles, porque el cronómetro para la utilización de las instalaciones municipales se para a los 60 minutos.
La costa occidental de Huelva, como lugar con los municipios más importantes de la provincia, es también el más diverso, y sus principales pueblos -Cartaya, Lepe, Isla Cristina y Ayamonte- concentran más de 100.000 habitantes. Toda una tentación para ponerles los anillos por lo civil como alternativa al cura.
Cartaya se lleva la palma por arriba. El equipo de gobierno (ICAR-PP-PA) instauró una tasa a su llegada a la alcaldía en 2011 de 250 euros, con el condicionante de que tiene que ser en día festivo, sábado o domingo, de 8:00 a 22:00 horas.
De los que cobran, Isla Cristina cuenta con una especie de tarifa plana, y no distingue de horas, días o estaciones del año, y tiene un coste de 100 euros. En este municipio, gobernado por el PSOE en coalición con el PA, esta cantidad puede recortarse hasta la mitad en el caso de que los dos contrayentes acrediten estar en situación de desempleo.
Para original, el caso de Lepe, que premia en sus bodas civiles el hecho de que los novios sean leperos empadronados oficialmente. Así, casarse, por ejemplo, en sus playas siendo sevillano o cordobesa tiene un coste de 240 euros. Pero estar inscrito en el padrón junto al resto de los 27.700 habitantes del pueblo lo reduce a 90 euros. No obstante, la boda se contrata con el calendario en la mano, y de él solo se puede tachar la tarde del viernes o la mañana del sábado. La ordenanza, por cierto, destaca que no hay exenciones de ningún tipo.
En todos los casos, por cierto, el dinero hay que pagarlo por adelantado. Los ayuntamientos parece que se quieren guardar las espaldas de posibles arrepentimientos de última hora, porque pagar por delante es un sí o sí en todos los consistorios.
En el caso de Ayamonte (PSOE), la tasa por boda cae hasta los cero euros si los contrayentes deciden casarse de lunes a viernes en horario de trabajo. La tasa sube a los 125 si se elige un sábado, domingo o festivo, o se tiene el capricho de casarse entre los funcionarios cualquier día del año en horario laboral.
De todas formas, tomando algunos ejemplos se aprecia que algunos ayuntamientos prefieren fomentar el amor civil por encima de su coste. En esos dos casos están Valverde del Camino (PP) y Rociana. Los dos no cobran absolutamente nada por el enlace, e incluso en el caso de Valverde enfatizan: "si hace falta, ponemos las sillas para los invitados y adecentamos el salón de plenos".
Curiosidad o no, las tasas por el pago de las bodas son otras más de los impuestos locales, que van directos al bolsillo de los vecinos, y en muchos consistorios la originalidad es extrema para tener cubiertos todos los extremos.
Bella Verano, teniente de alcalde de Economía del Ayuntamiento de Lepe, destaca el impuesto por tener perros considerados peligrosos, mientras que en ese mismo municipio, Izquierda Unida denuncia la notificación enviada por el Ayuntamiento a los vecinos para el pago obligatorio por el uso privativo del dominio público para la entrada y salida de vehículos. Es decir, poner los vados ahora es obligatorio.
Valverde del Camino, por cierto, quiere dar ejemplo no solo con las bodas, sino que es de los pocos ayuntamientos donde este año se ha aprobado una bajada de impuestos. Los valverdeños han visto este año como se aprobaba una nueva bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la congelación del resto de tributos y una subida en algunas tasas no superior al 0,30 por ciento. La alcaldesa, Loles López, calcula, curiosamente, que esta baja le va a permitir ahorrar el año que viene más de 570.000 euros en comparación con otros municipios de la provincia con los mismos servicios e idéntica población.
Pero ¿a que se debe este libre albedrío con los impuestos locales? Daniel Toscano, graduado en derecho consultado por eldiario. es/andalucia recuerda que "en la actualidad, los ayuntamientos pueden establecer una tasa por la celebración de bodas civiles, interpretando en este sentido la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. Sin embargo, no hay habilitación expresa por ley hasta el 22 de julio de 2014, fecha en que entrará en vigor una modificación de dicha ley, incluyendo el siguiente párrafo: "Los Ayuntamientos podrán establecer una tasa por la instrucción y tramitación de los expedientes matrimoniales en forma civil y por la celebración de los mismos".
De momento, cada consistorio le puede poner precio a sus anillos de boda. Pero ojo: a la hora de contraer un enlace civil, si lo hace fuera del término municipal del ayuntamiento al que corresponda el concejal o de un edificio municipal, tenga en cuenta que cuente con un permiso concreto. En caso contrario, la boda podría ser inválida.
La costa occidental de Huelva, como lugar con los municipios más importantes de la provincia, es también el más diverso, y sus principales pueblos -Cartaya, Lepe, Isla Cristina y Ayamonte- concentran más de 100.000 habitantes. Toda una tentación para ponerles los anillos por lo civil como alternativa al cura.
Cartaya se lleva la palma por arriba. El equipo de gobierno (ICAR-PP-PA) instauró una tasa a su llegada a la alcaldía en 2011 de 250 euros, con el condicionante de que tiene que ser en día festivo, sábado o domingo, de 8:00 a 22:00 horas.
De los que cobran, Isla Cristina cuenta con una especie de tarifa plana, y no distingue de horas, días o estaciones del año, y tiene un coste de 100 euros. En este municipio, gobernado por el PSOE en coalición con el PA, esta cantidad puede recortarse hasta la mitad en el caso de que los dos contrayentes acrediten estar en situación de desempleo.
Para original, el caso de Lepe, que premia en sus bodas civiles el hecho de que los novios sean leperos empadronados oficialmente. Así, casarse, por ejemplo, en sus playas siendo sevillano o cordobesa tiene un coste de 240 euros. Pero estar inscrito en el padrón junto al resto de los 27.700 habitantes del pueblo lo reduce a 90 euros. No obstante, la boda se contrata con el calendario en la mano, y de él solo se puede tachar la tarde del viernes o la mañana del sábado. La ordenanza, por cierto, destaca que no hay exenciones de ningún tipo.
En todos los casos, por cierto, el dinero hay que pagarlo por adelantado. Los ayuntamientos parece que se quieren guardar las espaldas de posibles arrepentimientos de última hora, porque pagar por delante es un sí o sí en todos los consistorios.
En el caso de Ayamonte (PSOE), la tasa por boda cae hasta los cero euros si los contrayentes deciden casarse de lunes a viernes en horario de trabajo. La tasa sube a los 125 si se elige un sábado, domingo o festivo, o se tiene el capricho de casarse entre los funcionarios cualquier día del año en horario laboral.
De todas formas, tomando algunos ejemplos se aprecia que algunos ayuntamientos prefieren fomentar el amor civil por encima de su coste. En esos dos casos están Valverde del Camino (PP) y Rociana. Los dos no cobran absolutamente nada por el enlace, e incluso en el caso de Valverde enfatizan: "si hace falta, ponemos las sillas para los invitados y adecentamos el salón de plenos".
Curiosidad o no, las tasas por el pago de las bodas son otras más de los impuestos locales, que van directos al bolsillo de los vecinos, y en muchos consistorios la originalidad es extrema para tener cubiertos todos los extremos.
Bella Verano, teniente de alcalde de Economía del Ayuntamiento de Lepe, destaca el impuesto por tener perros considerados peligrosos, mientras que en ese mismo municipio, Izquierda Unida denuncia la notificación enviada por el Ayuntamiento a los vecinos para el pago obligatorio por el uso privativo del dominio público para la entrada y salida de vehículos. Es decir, poner los vados ahora es obligatorio.
Valverde del Camino, por cierto, quiere dar ejemplo no solo con las bodas, sino que es de los pocos ayuntamientos donde este año se ha aprobado una bajada de impuestos. Los valverdeños han visto este año como se aprobaba una nueva bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la congelación del resto de tributos y una subida en algunas tasas no superior al 0,30 por ciento. La alcaldesa, Loles López, calcula, curiosamente, que esta baja le va a permitir ahorrar el año que viene más de 570.000 euros en comparación con otros municipios de la provincia con los mismos servicios e idéntica población.
Pero ¿a que se debe este libre albedrío con los impuestos locales? Daniel Toscano, graduado en derecho consultado por eldiario. es/andalucia recuerda que "en la actualidad, los ayuntamientos pueden establecer una tasa por la celebración de bodas civiles, interpretando en este sentido la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. Sin embargo, no hay habilitación expresa por ley hasta el 22 de julio de 2014, fecha en que entrará en vigor una modificación de dicha ley, incluyendo el siguiente párrafo: "Los Ayuntamientos podrán establecer una tasa por la instrucción y tramitación de los expedientes matrimoniales en forma civil y por la celebración de los mismos".
De momento, cada consistorio le puede poner precio a sus anillos de boda. Pero ojo: a la hora de contraer un enlace civil, si lo hace fuera del término municipal del ayuntamiento al que corresponda el concejal o de un edificio municipal, tenga en cuenta que cuente con un permiso concreto. En caso contrario, la boda podría ser inválida.