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VILLANUEVA DE LOS CASTILLEJOS: El CRI-9 no puede convertirse en otro cementerio nuclear...

El CRI-9 no puede convertirse en otro cementerio nuclear en las marismas de Huelva

Huelva 8 de febrero

Como ya denunciásemos y solicitásemos en su momento tras las mediciones realizadas en carreteras de la ciudad por donde se habían dispersado parte de los contaminantes radiactivos, en su traslado desde la planta de inertización de Palos de la Frontera hasta el CRI-9, creemos de máxima urgencia y necesidad la retirada íntegra de las 7.131 Toneladas de cenizas radiactivas de las marismas de Mendaña y su traslado a un cementerio nuclear o a la propia factoría de Acerinox, con un confinamiento adecuado a la categoría de peligrosidad de estos residuos. Los elevados niveles de radiactividad por el uranio contenido en las balsas de fosfoyesos son una mezquina excusa para justificar el abandono de otros de máxima peligrosidad y con controles de mínimos a inexistentes.

El informe de conclusiones emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear con respecto a la situación radiológica del CRI-9 viene a demostrarnos la bochornosa actuación por parte de este organismo en una situación en la que tiene las máximas competencias a nivel estatal. Es inadmisible que a poco de cumplirse diez años del incidente, el consejo evalúe que “el confinamiento de los materiales no ha sido el adecuado y que los flujos de agua que circulan sobre los yesos parecen entrar en contacto con el material contaminado y que afloran en el estero en forma de regueros y rezumes”, eludiendo su responsabilidad en un tira y afloja de ocultación de información e incumplimientos progresivos por parte de Egmasa. El máximo organismo español responsable de la protección de la población y el medio ambiente de los peligros derivados de las radiaciones ionizantes, actuando a golpe de denuncia ecologista, no puede decir ahora a la ciudadanía de Huelva, que durante diez años el cesio137 se ha estado esparciendo por nuestro entorno más cercano, con los peligros mutagénicos y cancerígenos propios de un radionucleido como éste, emisor de radiaciones beta y gamma de alta energía y la posibilidad de que este haya alcanzado la cadena alimentaria.

Tampoco deja de sorprendernos la recurrente habilidad con que Consejería de Medio Ambiente o Ayuntamiento de Huelva lavan sus manos sobre los preocupantes problemas ambientales de nuestra ciudad, utilizando el silencio y la dejación de funciones como modelos habituales de trabajo en “defensa” de la salud y el medio ambiente. La autorización o el uso indiscriminado que ambos mantienen sobre las marismas del Tinto están permitiendo que estas se conviertan en unos de los macrovertederos más extensos, “variados” y peligrosos de Europa, contra el permanente discurso de sostenibilidad que abanderan.

Desde Ecologistas en Acción de Huelva, exigimos una vez más que se inicie la recuperación progresiva de las marismas del Pinar, del Rincón y de Mendaña, y que las 1.200 hectáreas ocupadas por estos dos cementerios nucleares de media y alta actividad sean devueltas al entorno natural que siempre perteneció a la ciudad de.

Texto de "Ecologista en Acción de Huelva"