Querido paisano. Me siento orgulloso de que lata un corazón villarrasero por ahí por los Balcanes. Hazlo lo mejor que puedas y cuidate. De acuerdo contigo, no nos damos cuenta de cuánto vale lo que tenemos, todo fruto de muchos años de paz y de trabajo serio. Hace setenta años las cosas aquí eran más o menos igual. Mi padre empezó a trabajar con nueve años. Creo que ya aprendimos la lección. Repito, cuidate y que la Virgen de los Remedios te bendiga y te ampare.