Junto a la ermita existe una barriada con el mismo nombre del santo. En el lugar que está dicha barriada, existía cuando yo era niño un llano adonde íbamos a jugar al futbol. Estaba rodeado de eucaliptos que podían contar muchas historias tristes y alegres, de risas y llantos, de compañías y soledades, de cohetes y fusilamientos... Muy cerca está el cementerio, cuyas tapias, también, podían contar muchas historias de zalameños y zalameñas que les tocó el bando perdedor en una guerra. jomugar.