últimamente se utiliza como sala de exposiciones, me parece una brillante idea. Destacaría la que se hizo como dedicatoria al maestro de escuela. Quiero recordar las recomendaciones que se le hacían a una maestra en su contrato de trabajo, que hoy servirían de risa. No sé por qué (o tal vez sí) me viene a la mente un episodio de un pasado no tan lejano, en el que a la puerta del ayuntamiento de Zalamea el maestro de la aldea del Membrillo fue asesinado a botellazos por sus ideas ( si podéis, leed el libro de un paisano que vivió los acontecimientos "Emilio, el platero"). ¡Qué pena de años perdidos en educación desde la República! "Quién siembra vientos, recoge tempestades".
jomugar.
jomugar.