Se trata de una señora llamada Isabel Zorrero (ya fallecida), mas conocida por "Isabel la florencia", y fue la mujer con mas humanidad que he conocido. Sobre los años 40 tenía un comercio de ultramarinos en la calle el Ejido, al que iban a comprar los vecinos de las calles abyacentes, casi siempre fiado hasta coger el vale, como le llamaban los obrero a la paga que semanalmente efectuaba la compañia Minera en una ventanilla situada en la estacion Nueva. Como el vale no alcanzaba para pagar lo atrasado, se iba agrandando la cuenta. A algunos clientes les daba verguenza ir a comprar ante lo abultado de la deuda, pero ella haciendose cargo de la situacion les atendia con buen semblante y mostrando una agradablesonrisa. Este que la recuerda, que a la sazon era un niño, en determinado momento fue a comprar algún artículo, como siempre fiado, y al no tener existencia se veia apenada por no poderlo servir. Si posteriormente lo recibia, en mas de una ocasion al cerrar el comercio lo llevo a mi domicilio.
Por todo ello la considero merecedora de que una calle del pueblo lleve su nombre, como justo reconocimiento a todo el bien que hizo a sus conciudadanos.
Por todo ello la considero merecedora de que una calle del pueblo lleve su nombre, como justo reconocimiento a todo el bien que hizo a sus conciudadanos.