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ZALAMEA LA REAL: Se trata de una señora llamada Isabel Zorrero (ya fallecida),...

Se trata de una señora llamada Isabel Zorrero (ya fallecida), mas conocida por "Isabel la florencia", y fue la mujer con mas humanidad que he conocido. Sobre los años 40 tenía un comercio de ultramarinos en la calle el Ejido, al que iban a comprar los vecinos de las calles abyacentes, casi siempre fiado hasta coger el vale, como le llamaban los obrero a la paga que semanalmente efectuaba la compañia Minera en una ventanilla situada en la estacion Nueva. Como el vale no alcanzaba para pagar lo atrasado, se iba agrandando la cuenta. A algunos clientes les daba verguenza ir a comprar ante lo abultado de la deuda, pero ella haciendose cargo de la situacion les atendia con buen semblante y mostrando una agradablesonrisa. Este que la recuerda, que a la sazon era un niño, en determinado momento fue a comprar algún artículo, como siempre fiado, y al no tener existencia se veia apenada por no poderlo servir. Si posteriormente lo recibia, en mas de una ocasion al cerrar el comercio lo llevo a mi domicilio.
Por todo ello la considero merecedora de que una calle del pueblo lleve su nombre, como justo reconocimiento a todo el bien que hizo a sus conciudadanos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Me acuerdo de ISABEL como tú dices, con esa dulzura en su cara siempre pendiente de sus clientes sin un mal gesto, yo acompañaba a mi tia ISABEL LA ARACLIA, (satra en la c/S. Vicente) ¿la recuerdas? ¡otra santa de aquellos tiempos tan duros y viuda de guerra que también para sacar a sus hijos pequeños adelante, merecería un monumento por su trabajo y lucha!. La vida sigue y gracias a DIOS ya nuestros hijos han vivido otra época que aunque con mucho sacrificio nuestros, tienen sus carreras universitarias, ... (ver texto completo)
He leído varias veces el comentario que Vd. ha agregado relativo a Doña Isabel Zorrero (Isabel La Florencia) y quiero agradecerle el mismo porque es agradable comprobar el reconocimiento hacia las buenas personas. Yo no tuve la suerte o la mala suerte de vivir en aquellos tiempos aunque sí la conocí, en su tienda, en distinto sitio a donde Vd. dice, desde finales de los años 50 hasta su fallecimiento y la recuerdo como una mujer muy agradable y plena de bondad.
Por ello me considero orgulloso de ... (ver texto completo)