ALCALA LA REAL
HISTORIA. Viendo en este pueblo varias antigüedades, el P. Murillo atribuyó su fundación a los Tárdulos: distintas pobl. romanas, se ha querido reducir a la misma, con solo igual fundamento, y algunas de ellas oponiéndose conocidamente a la ciencia geográfica; los que han creído ser la ant. Ebora, cuyo nombre convirtió Plinio en su sinónimo latino Cerealis, o la Callet, al menos han hecho por salvar las mayores dificultades, aunque tampoco han podido razonar bastante su opinión: no es posible establecerse correspondencia alguna entre esta c. y las ant., mientras la casualidad no proporcione otros indicios de los que hoy se tienen, ni cabe llevar su historia más allá de la dominación de los árabes.: Estos la llamaron Al-Kalaat, que equivale a cast. o fort.; el que fué su señor unió a este nombre genérico el suyo Ben-Zayde, para distinguirla de otras muchas Alcalás; de donde se llamó Al-Kalaat de Ben-Zayde. D. Alonso VIII la ganó de su poder en 1213, y la dio a la orden de Calatrava: esta la poseyó hasta el año 1219, en que fué reconquistada por el agareno. En 1229 D. Fernando III volvió a ganarla. Tampoco fué estable esta conquista por las desavenencias que mediaron entre los Reyes de Castilla y de León, y tuvo que repetirla el mismo Rey en 1248. En ella tuvieron una junta D. Alonso X y el rey de Granada en 1266, y se concertaron bajo las condiciones siguientes: el de Granada se habia de apartar de la liga y amistad del rey de Murcia, pagando 50,000 ducados anuales a la corona de Castilla como antes acostumbraba: el rey D. Alonso no habia de amparar contra él a los señores moros de Guadix y de Málaga, otorgándoseles treguas por espacio de un año; y si el rey de Murcia venia á poder de cristianos, se le habia de hacer gracia de la vida. En la misma c. se reunieron el infante D. Felipe, D. Nuño de Lara y otros señores que en 1273 se habían pasado al servicio del rey moro de Granada, en su descontento con el rey de Castilla; y los mensajeros que envió para tratar de su avenencia, la que se verificó, perdonando el Rey a dichos caballeros y obligándose el de Granada a pagar a D Alonso lo convenido con su padre. D. Sancho infante de Castilla, juntó en esta pobl. mucha gente para talar la vega de Granada en 1280. Por este tiempo Alonso Fernández de Córdova, tronco de esta ilustre familia, siendo Adelantado mayor de la frontera, fué alcaide de Alcalá, según consta en su testamento, otorgado a 21 de octubre de 1325, pues establece en él una cláusula disponiendo de 10,000 maravedís para la redención de cautivos, con preferencia de los de Alcalá, hechos en tiempos que él tenía esta c. Aprovechando los musulmanes de la minoría de D. Alonso XI, la volvieron a su poder y la fortificaron con el mayor esmero. En 1339, D. Gonzalo Martínez de Oviedo, Maestre de Alcántara taló sus campos: el rey D. Alonso los taló también en 1341, y determinó la toma de la c.: para ello dio a entender que iba a cercar a Málaga, llamando la atención de los mahometanos a aquel punto; dio la vuelta desde Ecija, sitió a Alcalá; la combatió fuertemente, y apoderado de ella, la mandó poblar de nuevo; cambió su apellido de Ben-Zayde en el de la Real; concedió a sus vec. grandes privilegios; restableció sus fortificaciones, y nombró por su primer alcaide á D. Diego López de Haro. Por muchos años fue esta plaza fronteriza, sufriendo los ataques, emboscadas y aun sitios formales, que los mismos reyes de Granada la pusieron. A fines del siglo XIV el arz. de Toledo, D. Pedro Tenorio, levantó en esta pobl. una torre o atalaya en la que se encendía todas las noches un farol, con el objeto de que los cautivos que se escapaban de tierra de moros, pudiesen encaminarse fácilmente a la de cristianos. En 1472 los vec. de Alcalá, aunque en poco número, esperaron emboscados al ejército sarraceno que habiendo salido de Granada a correr las fronteras de los cristianos, volvió a la c. cargado de un rico botín. Cayeron de improviso sobre ellos, que cejaron pronto a la sorpresa, y al ímpetu del ataque, y abandonando cuanto llevaban, se entregaron a la fuga, muriendo muchos en ella: los cristianos rescataron gran número de cautivos, y entre los muchos despojos que recogieron, se encontró el estandarte que en el dia se ve en las casas del cabildo. En 1485 D. Fernando el Católico mandó reunir su ejército en esta pobl., para continuar la guerra contra los sarracenos: estos talaron las campiñas de Alcalá en 1488. La Reina Doña Isabel quedó con su familia en ella, en 1491, mientras su esposo D. Fernando, partió para la conquista de Granada, listos reyes concedieron a Alcalá el título de c. con los dictados de muy noble y muy leal, llave, guardia y defendimiento de los reinos de Castilla. En 1516 estuvo en esta c. por cinco meses la Chancillería de Granada, a causa de la peste, que se desarrolló en aquella. El general Sebastiani alcanzó junto a esta pobl. en 27 de enero de 1810, a la caballería española del general Freyre, quien, aunque se resistió algún tiempo, fue al fin derrotado. El Rey D. Alonso XI donó a esta c. la pobl. del Castillo para que lo tuviese perpetuamente por térm. suyo, según pertenecía a S. M., y como lo tuvo la Orden de Calatrava antes que la perdiese.
HISTORIA. Viendo en este pueblo varias antigüedades, el P. Murillo atribuyó su fundación a los Tárdulos: distintas pobl. romanas, se ha querido reducir a la misma, con solo igual fundamento, y algunas de ellas oponiéndose conocidamente a la ciencia geográfica; los que han creído ser la ant. Ebora, cuyo nombre convirtió Plinio en su sinónimo latino Cerealis, o la Callet, al menos han hecho por salvar las mayores dificultades, aunque tampoco han podido razonar bastante su opinión: no es posible establecerse correspondencia alguna entre esta c. y las ant., mientras la casualidad no proporcione otros indicios de los que hoy se tienen, ni cabe llevar su historia más allá de la dominación de los árabes.: Estos la llamaron Al-Kalaat, que equivale a cast. o fort.; el que fué su señor unió a este nombre genérico el suyo Ben-Zayde, para distinguirla de otras muchas Alcalás; de donde se llamó Al-Kalaat de Ben-Zayde. D. Alonso VIII la ganó de su poder en 1213, y la dio a la orden de Calatrava: esta la poseyó hasta el año 1219, en que fué reconquistada por el agareno. En 1229 D. Fernando III volvió a ganarla. Tampoco fué estable esta conquista por las desavenencias que mediaron entre los Reyes de Castilla y de León, y tuvo que repetirla el mismo Rey en 1248. En ella tuvieron una junta D. Alonso X y el rey de Granada en 1266, y se concertaron bajo las condiciones siguientes: el de Granada se habia de apartar de la liga y amistad del rey de Murcia, pagando 50,000 ducados anuales a la corona de Castilla como antes acostumbraba: el rey D. Alonso no habia de amparar contra él a los señores moros de Guadix y de Málaga, otorgándoseles treguas por espacio de un año; y si el rey de Murcia venia á poder de cristianos, se le habia de hacer gracia de la vida. En la misma c. se reunieron el infante D. Felipe, D. Nuño de Lara y otros señores que en 1273 se habían pasado al servicio del rey moro de Granada, en su descontento con el rey de Castilla; y los mensajeros que envió para tratar de su avenencia, la que se verificó, perdonando el Rey a dichos caballeros y obligándose el de Granada a pagar a D Alonso lo convenido con su padre. D. Sancho infante de Castilla, juntó en esta pobl. mucha gente para talar la vega de Granada en 1280. Por este tiempo Alonso Fernández de Córdova, tronco de esta ilustre familia, siendo Adelantado mayor de la frontera, fué alcaide de Alcalá, según consta en su testamento, otorgado a 21 de octubre de 1325, pues establece en él una cláusula disponiendo de 10,000 maravedís para la redención de cautivos, con preferencia de los de Alcalá, hechos en tiempos que él tenía esta c. Aprovechando los musulmanes de la minoría de D. Alonso XI, la volvieron a su poder y la fortificaron con el mayor esmero. En 1339, D. Gonzalo Martínez de Oviedo, Maestre de Alcántara taló sus campos: el rey D. Alonso los taló también en 1341, y determinó la toma de la c.: para ello dio a entender que iba a cercar a Málaga, llamando la atención de los mahometanos a aquel punto; dio la vuelta desde Ecija, sitió a Alcalá; la combatió fuertemente, y apoderado de ella, la mandó poblar de nuevo; cambió su apellido de Ben-Zayde en el de la Real; concedió a sus vec. grandes privilegios; restableció sus fortificaciones, y nombró por su primer alcaide á D. Diego López de Haro. Por muchos años fue esta plaza fronteriza, sufriendo los ataques, emboscadas y aun sitios formales, que los mismos reyes de Granada la pusieron. A fines del siglo XIV el arz. de Toledo, D. Pedro Tenorio, levantó en esta pobl. una torre o atalaya en la que se encendía todas las noches un farol, con el objeto de que los cautivos que se escapaban de tierra de moros, pudiesen encaminarse fácilmente a la de cristianos. En 1472 los vec. de Alcalá, aunque en poco número, esperaron emboscados al ejército sarraceno que habiendo salido de Granada a correr las fronteras de los cristianos, volvió a la c. cargado de un rico botín. Cayeron de improviso sobre ellos, que cejaron pronto a la sorpresa, y al ímpetu del ataque, y abandonando cuanto llevaban, se entregaron a la fuga, muriendo muchos en ella: los cristianos rescataron gran número de cautivos, y entre los muchos despojos que recogieron, se encontró el estandarte que en el dia se ve en las casas del cabildo. En 1485 D. Fernando el Católico mandó reunir su ejército en esta pobl., para continuar la guerra contra los sarracenos: estos talaron las campiñas de Alcalá en 1488. La Reina Doña Isabel quedó con su familia en ella, en 1491, mientras su esposo D. Fernando, partió para la conquista de Granada, listos reyes concedieron a Alcalá el título de c. con los dictados de muy noble y muy leal, llave, guardia y defendimiento de los reinos de Castilla. En 1516 estuvo en esta c. por cinco meses la Chancillería de Granada, a causa de la peste, que se desarrolló en aquella. El general Sebastiani alcanzó junto a esta pobl. en 27 de enero de 1810, a la caballería española del general Freyre, quien, aunque se resistió algún tiempo, fue al fin derrotado. El Rey D. Alonso XI donó a esta c. la pobl. del Castillo para que lo tuviese perpetuamente por térm. suyo, según pertenecía a S. M., y como lo tuvo la Orden de Calatrava antes que la perdiese.