MACHADO EN EL PENSAMIENTO
Cuando la voy escuchando
la Saeta de Machado,
mi corazón se emociona,
y me siento ilusionado,
al ver que el alma razona
viendo el cielo iluminado.
La escalera con sus pasos
hace brillar mí conciencia,
y temo sufrir fracasos
para conseguir clemencia,
entre gestos marginados
quiero aguantar con paciencia.
El sentimiento nos une
en las tardes de pasiones,
y otras veces nos desune
al romper las emociones,
la conciencia hasta lo asume
viendo las evoluciones.
Esa voz tan popular
que se siente por las calles,
dicen que te hace llorar
con sus tremendos detalles,
para después implorar
cuando las penas te estallen.
Ya se escucha La Saeta,
sin llegar las procesiones,
la vida se vuelve inquieta
sin comprender las razones,
que al mundo cristiano reta
por percibir sus lecciones.
La voz del pueblo andaluz
se llena de tradiciones,
puede que busque la luz
de olivares y pasiones,
y que se aferre a la cruz.
viviendo sus devociones.
G X Cantalapiedra.
Cuando la voy escuchando
la Saeta de Machado,
mi corazón se emociona,
y me siento ilusionado,
al ver que el alma razona
viendo el cielo iluminado.
La escalera con sus pasos
hace brillar mí conciencia,
y temo sufrir fracasos
para conseguir clemencia,
entre gestos marginados
quiero aguantar con paciencia.
El sentimiento nos une
en las tardes de pasiones,
y otras veces nos desune
al romper las emociones,
la conciencia hasta lo asume
viendo las evoluciones.
Esa voz tan popular
que se siente por las calles,
dicen que te hace llorar
con sus tremendos detalles,
para después implorar
cuando las penas te estallen.
Ya se escucha La Saeta,
sin llegar las procesiones,
la vida se vuelve inquieta
sin comprender las razones,
que al mundo cristiano reta
por percibir sus lecciones.
La voz del pueblo andaluz
se llena de tradiciones,
puede que busque la luz
de olivares y pasiones,
y que se aferre a la cruz.
viviendo sus devociones.
G X Cantalapiedra.