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BEGIJAR

Habitantes: 3.111  Altitud: 561 m.  Gentilicio: Begijeños 
Hoy amanece en BEGIJAR a las 09:01 y anochece a las 18:58
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Situación:

Pequeño municipio de la comarca de La Loma y Las Villas que se encuentra situado en la ladera oeste de La Loma, llegando hasta el Guadalquivir. Es un municipio eminentemente agrícola donde las especies arbóreas forestales sólo se encuentran en la ribera del río. El olivar es cultivo mayoritario, completándose las tierras labradas con la vega junto al Guadalquivir, donde se establecen cultivos industriales de regadío principalmente. La industria almazarera y el matadero de la Estación de Begíjar son las alternativas industriales de la economía local.

Ayuntamiento:

Plaza de la Constitución nº1

Monumentos:

Iglesia parroquial de Santiago Apóstol, construida entre los siglos XIII y XVIII, de la que destaca su portada plateresca de finales del XVI, con abundante decoración de grutescos, medallones de San Pedro y San Pablo, escudos episcopales y rematada por un relieve de Santiago Matamoros.

Ayuntamiento, con portada de columnas corintias, torre con reloj y campanario cubierto con capitel.

Torreón del Castillo
Declarado Monumento Histórico en 1985. Se trata de la torre del Homenaje del Castillo. Su origen se vincula a época visigoda, reestructurado por los árabes y posteriormente por los cristianos. Conserva unas magnificas y notables bóvedas.

Palacio Episcopal (s. XVI)
Magnifico y sobrio edificio renacentista declarado como bien de interés cultural en 1985, que fue una de las principales residencias de los Obispos de la Diócesis de Jaén en la provincia. Tiene forma de L y de su fachada de mampostería regular destaca su portada adintelada rematada con el escudo heráldico del Obispo Fray Benito Marin. En el libro "En Busca del Unicornio" del escritor Jienenense Juan Eslaba Galán, se hace alusión a este precioso Palacio y al fuerte cordón umbilical que lo unía con los Obispos de Jaen.

Casa natal de Patrocinio de Biedma y Lamoneda
Casa solariega del s. XVII donde nació esta escritora, poetisa y articulista española. Se encuentra en la calle que lleva su mismo nombre, en pleno conjunto histórico-artístico y a escasos metros de la iglesia parroquial.

Callejón del Cuatro: Tortuoso y estrecho Callejón que accede desde la Calle Paso del Castillo a la Iglesia. Guarda este nombre por sus sinuosas trazas Medievales.

Calles de Los Pitos y Las Aguas.

Calle Paso del Castillo: Calle emblemática denominada así por ser la entrada natural al Castillo de Begijar. Está situada dentro del Conjunto Histórico-Artístico del Municipio y en ella se encuentran la mayoría de los monumentos y rincones más pintorescos.

Casa del Dr. Revuelta en el paseo del mismo nombre.

Fuente Nueva.

Calle Esparteros: En esta calle frecuentaban los artesanos que trabajaban el esparto.

Cruz de piedra.

Calle Mesones: Centenaria calle donde se alojaban multitud de mesones y fondas, debido a un importante cruce de caminos colindante. En esta calle se encuentra la casa natal de Carmen Navarro Aranda "Carmen la Partera", la mujer que trajo al mundo a multitud de begijenses desinteresadamente durante más de cuarenta años y sin ningún tipo de ayuda ni formación, actualmente los vecinos del pueblo le han rendido homenaje colocando en la casa que la vió nacer una bella placa agradeciendo su buen hacer. Ésta sencilla y gran mujer nos dejó a los cien años de edad y paradójicamente en el día de las madres. Ella llegó a definirse en multitud de ocasiones como "la madre de casi tos los begijeños...". En la actualidad se está estudiando la colocación de una calle con el nombre de esta sencilla y querida mujer que tanto hizo por el pueblo de Begijar en unos años de extrema y dificil situación.

Hornacina de la Virgen del Carmen: Una muy concurrida hornacina dedicada a esta Virgen en la Calle Paso del Castillo y en la que los vecinos del pueblo acuden a pedir sus rogativas y a rezar, también acuden a ella lugareños del vecino Pueblo de Lupion, ya que ésta se encuentra en una calle que une con la carretera que lleva directamente a su Pueblo y al que muchos de ellos acuden a pié por la cercanía a Begijar.

Fiestas:

Feria y fiestas en honor de Santiago apóstol (25/07):

Concursos matinales que cuentan con una gran aceptación de los más jóvenes y verbenas para amenizar las veladas son las actividades que se desarrollan para celebrar la festividad del apóstol Santiago.

Feria y Fiestas en honor del Cristo de la Vera Cruz (24/09):

El Cristo de la Vera Cruz, coPatrón de la localidad junto a la Virgen del Rosario, recibe culto en un camarín barroco de la iglesia de Santiago Apóstol. Carreras de sacos y de cintas, actividades culturales y las típicas verbenas son actos que se repiten durante todos los días que duran los festejos.

Costumbres:

Museo de Artes y Costumbres Populares

La idea de este interesante Museo de Artes y Costumbres Populares surge ante la demanda de los propios vecinos del pueblo de Begíjar y sus muchos visitantes que acuden a conocerlo, naciendo con la vocación de ser un homenaje permanente a la familia rural y campesina sin olvidar las costumbres y tradiciones de la localidad que son representadas con una cuidadosa recreación, para poder ser así preservadas y difundidas.
La colección, abundantísima, está relacionada con oficios (barbero, médico, herrero, pastor, espartero, carpintero, partera, costurera, tendero...) que se exponen en unidades independientes con multitud de objetos formando ambientaciones. También se incluyen los espacios domésticos de una casa burguesa, como el salón, el dormitorio, etc.

Gastronomía.

Habas con hierbabuena, roscos de garbanzo.

Arroz con conejo. Cazuela (torta hecha con hortalizas, piñones y ajonjolí). Empanadas de Viernes. Alcachofas con panecillos. Pipirrana, picatostes, guiñapos, papajotes, albarronchos.

Historia:

La estratégica posición geográfica de Begíjar, en un entorno de gran riqueza agrícola, posibilitaron su poblamiento desde la más remota antigüedad. Los restos más antiguos se vinculan al Neolítico Final y la Edad del Cobre (III milenio a. C), en el asentamiento de Las Majadillas y un poco más tardío, de la Edad del Bronce, el de Terrera del Goterón.

De época Ibérica son los restos de una fortificación, cerca de la Estación de Begíjar, en la que se registró la típica cerámica pintada. En la etapa romana se produjo una intensa ocupación humana del territorio por explotaciones agropecuarias, tipo villa, entre las que se cuentan: Piedra Hincada, Vega del Obispo, en Las Delicias o en la Casa del Amor Hermoso.

Durante la dominación islámica recibió el nombre de Buxexat y debió de pasar a manos de Fernando III hacia 1226, al mismo tiempo que Baeza. A partir de este momento tendrá, durante algunos periodos, una vida sumamente agitada, ya que se la disputaron el concejo de la ciudad de Baeza y los obispos de Jaén, ansiosos unos y otros por hacerse con las rentas que producían sus ricas tierras. Inicialmente Fernando III la dejó adscrita a Baeza, como tierra de realengo. Poco después, el mismo rey, cedió tierras a la Orden de Calatrava, cesión que confirmó Alfonso X en 1254. También cedió otra parte de las tierras al obispado de Toledo. Pero el gran cambio fue en 1249 cuando entregó el conjunto de la población al Obispado de Jaén.

Un siglo después la población estaba en manos de Enrique Enríquez, adelantado mayor de la frontera. Alfonso XI decidió recuperarla y entregarla nuevamente a Baeza. En el siglo XV el obispo don Rodrigo de Narváez se apodera del castillo y lo incorpora a las posesiones de la diócesis, pese a las protestas del concejo de Baeza. En este marco Begíjar se verá inmiscuida en las luchas entre la nobleza y Enrique IV. En esta pugna el Obispado y Baeza, en el mismo bando, convertirían a la localidad en un bastión avanzado contra la capital de Jaén controlada por el condestable Lucas de Iranzo. El litigio por esta localidad culminó con el reconocimiento por parte de los Reyes Católicos en 1477 de la propiedad al obispo. Los obispos mantuvieron la propiedad del castillo hasta el siglo XIX. Pero en el siglo XVI, el Castillo se encuentra demasiado deteriorado y costoso de mantener, por lo que los Obispos deciden demolerlo parcialmente y costruyen un Magnífico Palacio Episcopal renacentista, el cual se conserva espléndidamente con incluso el huerto medieval y su antiguo sistema de riego.

En 1779 Carlos III le concedió el título de villa, quedando así definitivamente desligado de Baeza.

La estratégica posición geográfica de Begíjar, en un entorno de gran riqueza agrícola, posibilitaron su poblamiento desde la más remota antigüedad. Los restos más antiguos se vinculan al Neolítico Final y la Edad del Cobre (III milenio a. C), en el asentamiento de Las Majadillas y un poco más tardío, de la Edad del Bronce, el de Terrera del Goterón. De época Ibérica son los restos de una fortificación, cerca de la Estación de Begíjar, en la que se registró la típica cerámica pintada. En la etapa romana se produjo una intensa ocupación humana del territorio por explotaciones agropecuarias, tipo villa, entre las que se cuentan: Piedra Hincada, Vega del Obispo, en Las Delicias o en la Casa del Amor Hermoso. Durante la dominación islámica recibió el nombre de Buxexat y debió de pasar a manos de Fernando III hacia 1226, al mismo tiempo que Baeza. A partir de este momento tendrá, durante algunos periodos, una vida sumamente agitada, ya que se la disputaron el concejo de la ciudad de Baeza y los obispos de Jaén, ansiosos unos y otros por hacerse con las rentas que producían sus ricas tierras. Inicialmente Fernando III la dejó adscrita a Baeza, como tierra de realengo. Poco después, el mismo rey, cedió tierras a la Orden de Calatrava, cesión que confirmó Alfonso X en 1254. También cedió otra parte de las tierras al obispado de Toledo. Pero el gran cambio fue en 1249 cuando entregó el conjunto de la población al Obispado de Jaén. Un siglo después la población estaba en manos de Enrique Enríquez, adelantado mayor de la frontera. Alfonso XI decidió recuperarla y entregarla nuevamente a Baeza. En el siglo XV el obispo don Rodrigo de Narváez se apodera del castillo y lo incorpora a las posesiones de la diócesis, pese a las protestas del concejo de Baeza. En este marco Begíjar se verá inmiscuida en las luchas entre la nobleza y Enrique IV. En esta pugna el Obispado y Baeza, en el mismo bando, convertirían a la localidad en un bastión avanzado contra la capital de Jaén controlada por el condestable Lucas de Iranzo. El litigio por esta localidad culminó con el reconocimiento por parte de los Reyes Católicos en 1477 de la propiedad al obispo. Los obispos mantuvieron la propiedad del castillo hasta el siglo XIX, convirtiéndolo en una de sus principales residencias. En 1779 Carlos III le concedió el título de villa, quedando así definitivamente desligado de Baeza.

Turismo:

Lugar de Bexijar
Oficina turística del Museo de la Localidad. Informan sobre ésta y otras actividades de interés sobre el Pueblo, donde además se pueden adquirir artículos y productos típicos.