BEGIJAR: Quién se dio cuenta del mal olor que había por to el...

Quién se dio cuenta del mal olor que había por to el pueblo el domingo por la tarde, el olor a veneno de la cura de las olivas, el picor de gargarta y de ojos, el ahogo. A alguien se le ocurrió, con el aire que hacía, curar las olivas cerca del pueblo. Eso es peligroso para la salud, pero aquí no hay autoridad que lo remedie. Además seguro, segurísimo, que el que curaba las olivas con el atomizador curaba las de otro, cobrando, las suyas no. Con el viento tiró el líquido y el dinero ya que el aire se llevó el líquido de la cura al pueblo para perjudicar la salud de sus habitantes. Habitantes de Begíjar uníos y levantaos acabad con la tiranía de la comodidad y la poltrona, del buen sueldo y del buen yantar y mejor beber. Tenemos lo que nos merecemos. Adiós.