A la chica de Barcelona, desde cualquiera de los dos lados:
Soy un grito a la deriva
Que vuela sin rumbo ni casa
Esquivando los sordos rumores
De los ríos que no llevan agua.
Voy flotando en el silencio
Acechado por la ignorancia
De sonidos que jamás se escuchan
Y de voces que nunca hablan.
La multitud evita mi paso
Pues creen que mi boca calla,
Les dejo atrás y no hago caso
Porque la sordera nunca me para.
¿Dónde quedará el horizonte
Que detenga en seco mi marcha?
Para alojar mi voz en su hogar
O para lanzarme mas fuerte al alba.
Soy un grito a la pasajero
Que como un susurro te habla,
Quien me distinga de ruido
Verá mas allá de las palabras.
Viajo a bordo del viento
Que mueve todas las charlas;
De lo cercano, del encuentro, del mar,
De realidades que son traspasadas.
Quiero encontrar una playa
Para acompañar la calma,
Acicalándole los sentimientos
Con caricias en el alma.
Quiero encontrar un eco
Que conteste a mis llamadas
Y sentir la enorme alegría
De verle crecer las alas.
-Lavot Ziric-.
Soy un grito a la deriva
Que vuela sin rumbo ni casa
Esquivando los sordos rumores
De los ríos que no llevan agua.
Voy flotando en el silencio
Acechado por la ignorancia
De sonidos que jamás se escuchan
Y de voces que nunca hablan.
La multitud evita mi paso
Pues creen que mi boca calla,
Les dejo atrás y no hago caso
Porque la sordera nunca me para.
¿Dónde quedará el horizonte
Que detenga en seco mi marcha?
Para alojar mi voz en su hogar
O para lanzarme mas fuerte al alba.
Soy un grito a la pasajero
Que como un susurro te habla,
Quien me distinga de ruido
Verá mas allá de las palabras.
Viajo a bordo del viento
Que mueve todas las charlas;
De lo cercano, del encuentro, del mar,
De realidades que son traspasadas.
Quiero encontrar una playa
Para acompañar la calma,
Acicalándole los sentimientos
Con caricias en el alma.
Quiero encontrar un eco
Que conteste a mis llamadas
Y sentir la enorme alegría
De verle crecer las alas.
-Lavot Ziric-.