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CABRA DE SANTO CRISTO

Habitantes: 2.280  Altitud: 940 m.  Gentilicio: Egabrenses 
Hoy amanece en CABRA DE SANTO CRISTO a las 09:18 y anochece a las 18:54
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Situación:

Este municipio de la comarca de Sierra Mágina ocupa el espacio oriental de la misma y se encuentra mirando hacia la sierra de Cazorla y el río Guadiana Menor, en un espacio de tierras áridas y erosionadas que configuran espacios naturales únicos en la provincia.

La mitad de su término municipal es tierra de cultivo en la que predominan los cultivos herbáceos de secano, que casi duplica la superficie del olivar. En las tierras no labradas se reparten la superficie entre los pastos permanentes, terrenos forestales y tomillares y espartizales. La ganadería, principalmente ovina, completa la dependencia económica del sector agrario.

Monumentos:

Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación, siglos XVII y XVIII. Estilo barroco.

Iglesia de la Encarnación. Estilo plateresco.

Castillo.

Palacete.

Casa Grande, siglo XVIII.
La Cruz, situada en el centro urbano, dando nombre al lugar donde está enclavada.

Fiestas:

ROMERÍA DE LA ESTACIÓN:

El último domingo de mayo, la Estación de Cabra, aldea enclavada en un paraje de inigualable belleza, celebra una romería en honor a la Virgen de la Inmaculada en la que se realizan actos religiosos, que tienen su momento más emotivo cuando se procesiona la imagen mariana, y en la que los lugareños pasan una alegre jornada campera.

FESTIVIDAD DE SAN ANTÓN (16/01):

La víspera de la festividad de san Antón, se prenden lumbres en las calles y plazas más céntricas del municipio en torno a las que se reúnen los cabrileños.

FESTIVIDAD DE SAN SEBASTIÁN (20/01):

La festividad de san Sebastián, que además de honrar al santo recuerda la llegada del lienzo del Cristo de Burgos a la localidad que fuera el 20 de enero de 1637, se caracteriza por ser una fiesta religiosa que finaliza con la procesión de la imagen del santo.

FIESTA DE LA CANDELARIA (2/02):

Los cabrenses se congregan en torno a las numerosas luminarias que se levantan por las calles y plazas de la localidad para festejar el día de la Candelaria. El origen de esta fiesta está en las plegarias a María que en otros tiempos se hacían para conseguir una buena cosecha agrícola.

CORPUS CHRISTI:

Las calles de esta bella localidad de Sierra Mágina se recubren con alfombras florales y los balcones se engalanan con mantones de manila y colchas bordadas para recibir el Cuerpo Sacramentado.

FESTIVIDAD DEL SANTO CRISTO DE BURGOS (14/08):

El Cristo de Burgos, que da nombre a la antigua Cabrilla, es el Patrón de esta localidad situada en la zona suroriental de la provincia que celebra fiestas en su honor durante el mes de agosto. Cuentan que era el 19 de enero de 1637 cuando un arriero trasladaba un lienzo gótico del Cristo de Burgos hacia la localidad granadina de Guadix. Tras pasar la noche en una posada de la localidad, el labriego mostró la tela y la posadera sanó de su manquedad. Aquel prodigio desencadenó un pleito entre el dueño del lienzo y los lugareños que se resolvió el día 14 de septiembre de 1664 a favor de los cabrillenses. Las fiestas que honran al Cristo se celebran durante la tercera semana del mes de agosto siendo el día 15 cuando se realizan los actos religiosos. En cuanto a las actividades lúdicas, por las mañanas, se desarrollan actividades deportivas entre las que destaca el Campeonato de Ajedrez; por la noche, las verbenas populares son el punto de encuentro de la población.

FERIA DE SEPTIEMBRE (7/09 al 9/09):

Del 7 al 9 de septiembre, se desarrolla esta fiesta que tiene su origen en la antigua muestra de ganado de Cabra y en la que hay atracciones de feria para los más pequeños y animadas verbenas nocturnas.

FIESTA CATORCE (14/09):

El 14 de septiembre de 1664 fue el día en que el obispo de Jaén convino que el disputado lienzo del Cristo de Burgos, que recibe culto en la iglesia de Nuestra Señora de la Expectación, monumento nacional y verdadera joya del barroco jiennense, se quedara en la localidad. Este hecho se rememora cada 14 de septiembre con la celebración de actos religiosos en honor al Cristo que tienen su punto culminante con la procesión del lienzo por las principales calles de Cabra de Santo Cristo.

SANTA LUCÍA (12/12):

Se levantan luminarias por las calles y plazas de la localidad.

Costumbres:

productos de la zona elaborados con la paciencia y sabiduría de las hacendosas gentes de la sierra.

Es de destacar los ANDRAJOS CON LIEBRE, plato típicamente rural donde se conjugan los productos de la tierra con los aromas de la hierba­buena.

Nunca falta el cabrito con ajos que en algunos casos se acerca más a una caldereta de pastores de sabor inigualable.

En invierno cuando el frío arrecia EL PIMENTÓN; sopa caliente guarnecida con boquerones y costrones de pan tostado junto a la lumbre. Dentro de la matanza sobresale LA MORCILLA verdadero monumento gastronómico capaz de competir con cualquier embutido, pero si sabrosa es la morcilla seca mucho más lo es el CONDUMIO. masa de morcillas sin embutir y que únicamente es posible saborear en ese momento.

Historia:

Los primeros vestigios de la presencia humana en este municipio se remontan al II milenio a.C.. Se trata de un conjunto de objetos correspondientes al ajuar de un enterramiento colectivo de la Edad del Bronce, en una cueva de la Sierra de Cabra.

A falta de estudios de las épocas más antiguas de esta población, tan sólo cabe apuntar que en época ibérica por la zona pasaba la ruta de intercambio de productos que desde Granada se abría al Valle del Guadalquivir.

En época romana debió existir un poblamiento disperso por el municipio, con la proliferación de pequeñas explotaciones agropecuarias.

Del asentamiento islámico aún se conservan restos de una importante fortificación en el cerro de San Juan, que los investigadores han identificado con la fortaleza de Bagtawira, citada como una de las posesiones de los b. Habil, familia muladí que se rebeló contra los emires cordobeses a finales del siglo IX y principios del X, sometidos finalmente por el emir Abd al-Rahman III.

La población fue conquistada en 1245 por Fernando III y unos años después Alfonso X la cedió al Concejo de Úbeda. Pero hasta el año1492 no pudo disponer con entera libertad Úbeda del término de Cabra. Esta disposición se concretó en un progresivo asentamiento de ganaderos en las tierras del término hasta constituir un pequeño núcleo de viviendas que dieron lugar finalmente a la aparición de una pequeña aldea y nombraron, para su mejor gobierno, dos alcaldes ordinarios y dos concejales. A estos ganaderos les pusieron un tributo de ocho millones de maravedís a cambio de lo cual les entregaron cien cuerdas de tierra a cada uno. En 1561 acudieron cincuenta vecinos más que pidieron a Felipe II les concediera las mismas ventajas que a los anteriores. El rey, en carta dada en Toledo, accedió a lo solicitado. A esta decisión real se opuso Úbeda, pero los habitantes de Cabra ganaron el pleito.

A principios del siglo XVII , el paso por esta población de un arriero, que portaba una caja con un lienzo, iba a convulsionar la vida, fisonomía y el nombre de esta pequeña aldea y a constituirla en un importante centro de peregrinación, al que acudirían gentes de los puntos más diversos de Andalucía El lienzo era una copia del cuadro del Santo Cristo de Burgos que iba camino de Guadix y que al ser admirado por la posadera María de Rienda, curó milagrosamente un brazo manco, siendo llevado de inmediato el cuadro a la parroquia. Cuando el dueño, don Jerónimo de San Vítores de la Portilla, reclamó su propiedad ante el nuncio de su Santidad, los vecinos de Cabra acudieron al obispo de Jaén, quien convenció a su propietario, a cambio de una serie de prebendas, para que el cuadro quedase definitivamente en su población. Interesado el cardenal Moscoso, obispo de Jaén, en retener la imagen en la villa, auspició un gran templo realizado en su mayor parte por el afamado maestro de las obras del obispado Juan de Aranda. Esta población que hasta esas fechas se denominaba "Cabrilla" a partir de la llegada del milagroso lienzo añadió el sobrenombre religioso de Santo Cristo, por el que hoy es conocido.

Este acontecimiento se entremezcla con pleitos, cambios de la titularidad y jurisdicción que sufrieron las tierras de su término a lo largo de la Edad Moderna. En el siglo XVI el término constituía señorío territorial de los marqueses de la Rambla, en el XVII Felipe IV vendió la aldea de Santo Cristo a José de San Vítores, a la postre vizconde de Santo Cristo, y no es hasta finales del siglo XVIII cuando aparece como una villa realenga.