Hola queridos paisanos. Me llamo Ana Antonia Ortega Gallardo, hija de Teresa Gallardo sastre de oficio, y que era hermana de Antonio Gallardo el estanquero, que vivía al lado de la capilla de la Virgen del Carmen. Yo vivía en la calle La Cueva. Me marché de Cambil con 19 años en el año 1965, y recuerdo con mucho cariño todos los años de mi infancia y adolescencia que pasé allí, así como tantos amigos y familiares que se quedaron ya que hace 46 años que vivo en Barcelona. Yo era aquella chiquilla que cantaba los solos en el coro de la Iglesia, y me acuerdo del cura Don Sebastián que era tan buena persona. Me animé a escribir cuando leí a alguien que había dejado un mensaje en el que preguntaba si alguien recordaba los años que estuvieron los Misioneros en el pueblo. Pues bien, yo sí que recuerdo los tiempos en que estuvieron e incluso canciones que nos enseñaron, para mi fueron años muy bonitos. Aquí os dejo una bonita poesía que escribió mi marido hace muchos años después de volver de un viaje que hicimos a Cambil:
*****Pueblo andaluz, pueblo aceitunero, alegre y dicharachero, señorial y Caballero.
Olivares de Jaén, que me traen recuerdos mil, que tus tierras son de oro, olivares de Cambil.
De un lado para otro, fuimos en coche y en tren, recorrimos casi todo, el Municipio de Jaén.
Del señorío de sus tierras, prendado yo me quedé, pero el trato que recibí, eso jamás lo olvidaré.
Caminando hacia la Mata, por unos agrestes senderos, por la pisada de la Virgen, se ha de pasar primero.
Y llegando a este Cortijo, nos estaban esperando, pues allí el tío Antonio, tiempo estuvo trabajando.
Como un gran ignorante, cojo una aceituna y la pruebo, aquello amargaba tanto, que parecía veneno.
Por no haberme dicho nada, yo me enfado y me encono, como se reía el Tío Antonio, para todos Papa Nono.
Hay un dicho muy antiguo, dice amarga como la retama, ésta yo no la he probado, pero sé lo que una aceituna amarga.
Ya se prepara el regreso para volver caminando, aquella gente no nos deja, y en coche a Cambil nos llevaron.
Yo no nací en esta tierra, tan hermosa para mí, pero con mi esposa me llevé, un trocito de Cambil.
En el mundo eres conocido, más que nada por tu aceite, a Jaén hay que conocerlo por la grandeza de sus gentes.
Olivares de Jaén, olivares de Cambil, os llevo en el corazón, deseando volver allí.
Andaluces de Jaén, andaluces de Cambil, os quiero con toda el alma, y os doy abrazos mil.*****
*****Pueblo andaluz, pueblo aceitunero, alegre y dicharachero, señorial y Caballero.
Olivares de Jaén, que me traen recuerdos mil, que tus tierras son de oro, olivares de Cambil.
De un lado para otro, fuimos en coche y en tren, recorrimos casi todo, el Municipio de Jaén.
Del señorío de sus tierras, prendado yo me quedé, pero el trato que recibí, eso jamás lo olvidaré.
Caminando hacia la Mata, por unos agrestes senderos, por la pisada de la Virgen, se ha de pasar primero.
Y llegando a este Cortijo, nos estaban esperando, pues allí el tío Antonio, tiempo estuvo trabajando.
Como un gran ignorante, cojo una aceituna y la pruebo, aquello amargaba tanto, que parecía veneno.
Por no haberme dicho nada, yo me enfado y me encono, como se reía el Tío Antonio, para todos Papa Nono.
Hay un dicho muy antiguo, dice amarga como la retama, ésta yo no la he probado, pero sé lo que una aceituna amarga.
Ya se prepara el regreso para volver caminando, aquella gente no nos deja, y en coche a Cambil nos llevaron.
Yo no nací en esta tierra, tan hermosa para mí, pero con mi esposa me llevé, un trocito de Cambil.
En el mundo eres conocido, más que nada por tu aceite, a Jaén hay que conocerlo por la grandeza de sus gentes.
Olivares de Jaén, olivares de Cambil, os llevo en el corazón, deseando volver allí.
Andaluces de Jaén, andaluces de Cambil, os quiero con toda el alma, y os doy abrazos mil.*****