FIESTA DE LA CANDELARIA (2/02):
El "día de las pajaritas", nombre popular que designa la festividad de la Candelaria, se procesiona la imagen de la
Virgen del Rosario y es frecuente que los niños porten una corona de romero ornada con pajaritas coloreadas que llevan plumas de gallina o perdiz elaboradas con masa de harina.
ROMERÍA DE LOS CIGARRONES (16/05) :
El domingo siguiente a la Ascensión de María, se celebra una romería al Cerro del
Castillo donde, tras la misa, se bendicen los
campos. Esta fiesta, conocida también por el nombre de "Fiesta del Cerro del Castillo" recuerda como, gracias a la intervención divina, se erradicó una plaga de langosta que devastó los campos; en
señal de gratitud, los campilleros establecieron esta peregrinación que ha perdurado durante cuatro siglos.
ROMERÍA EN HONOR DE
SANTA LUCÍA:
Desde el siglo XIX, se celebra esta romería que tiene gran predicamento entre las localidades vecinas. El domingo de Pentecostés, los romeros en bellas
carretas parten hacia el paraje
Puerta de Arenas, lugar en el que la santa, protectora de la vista, tiene una
ermita. Tras la misa, se procesiona la imagen por los alrededores del
santuario. Finalizados los actos religiosos, los participantes pasan una jornada campera donde el condumio típico es la tortilla española acompañada por una refrescante pipirrana que concluye con una verbena popular al caer la tarde.
FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS (7/08):
En
Campillo de Arenas, se celebran
fiestas de moros y cristianos en honor de la Virgen de la Cabeza. El primer día, la imagen de la Patrona, acompañada de las escuadras cristianas, se procesiona por las
calles del
pueblo. En este recorrido, se produce el encuentro con los moros y se realiza el primer cuadro con la batalla entre ambos. La victoria de los moros y el traslado de la imagen de la Virgen al castillo moruno levantado en la
Plaza de
Andalucía cierra el primer encuentro. Al día siguiente, se celebra la embajada entre los moros y cristianos que se realiza a
caballo; tras ésta, se convierten los moros al cristianismo y se recupera la imagen trasladándola a la
iglesia parroquial. En estos festejos, ya celebrados en el siglo XVIII, se han conservado las "coplas de aurora" entonadas por los "campanilleros", así llamados por acompañar estos cánticos marianos, de letra popular, con
música de guitarras, bandurrias y campanillas con la finalidad de convocar a los habitantes para oír el
santo rosario que la Patrona preside.