Eso de que no pide dinero nunca es falso, señor cura, porque todas esas cosas que ha hecho, se han realizado con el dinero de todos los que vamos o que íbamos a misa, porque de un tiempo a esta parte sus sermones no hay quien se los trague. Está usted lleno de rencor, envidia y su ansia de poder es indescriptible. Se ha rodeado de aquellos que no le dan problemas, que dicen a todo amén y que no le rebaten ninguna opinión y se ha ido deshaciendo de las personas que de verdad valen y que pueden aportar mucho a nuestra parroquia.