La
Virgen vé donde no hay luz, oye donde todo permanece en silencio, está siempre junto a nosotros (independientemente de que esté en la
Ermita o la
Iglesia o incluso en nuestras
casas).Lo que tenemos o debemos hacer los creyentes, es ir a visitarla allá donde esté, orar, arrepentirnos de nuestros defectos, y tenerla engalanada (unas
flores no son tan caras y adornan mucho).
Creo que los
pueblos con Iglesia y Ermita tienen mucho mas encanto que los que carecen de alguna de estas maravillas.