Pergamino del
Ayuntamiento de
Castillo de Locubín en agradecimiento al alcalaíno Rafael de Abril y
León, político conservador, alcalde que fue de Alcalá, desde donde ejercía su influencia caciquil por toda la comarca y, en especial, en Castillo de Locubín, alcanzando también el cargo de Senador Vitalicio. Fue encargado por el ex –Alcalde de Castillo Jose María Álvarez Castillo (“Peluquín”) y hecho por D. Pedro. Ximénez Mazzuco. Publicado en la Revista “Don Lope de Sosa” el 31 de Agosto de 1916. Página 225.
Van siendo muy pocos los artistas que a conciencia, hacen aquella labor minuciosa, delicadísima, exquisita, de benedictina paciencia, que se llama miniar el pergamino. Por eso debe señalarse como un trabajo de mérito extraordinario el título que, con orla de decoración Renacimiento y con letras de un primor y de una pureza clásica irreprochables, ha hecho con lozana firmeza de
juventud, el ya- por desgracia para nuestras artes- no
joven Director de las
Escuelas de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País D. Pedro Ximénez Mazzuco. Se trata, por la ejecución, por la composición y por el
colorido, de una obra tan selecta y de tan buen gusto, que toda ella despierta plácidamente el sentimiento estético de quien la admira. El pergamino puede compararse con los trabajos maestros de la miniatura de la Edad Media, que son gala y
adorno de gloriosos códices y rico tesoro de nobles ejecutorias.
El pergamino fue encargado en rasgo espléndido y con recomendación de que el mayor lujo acompañase al mayor
arte, por el ex – Alcalde de Castillo de Locubín D. José María Álvarez Castillo; y en redacción breve y sencilla pero de afecto muy verdadero, expresa la gratitud unánime de aquel vecindario al Excelentísimo Sr. D. Rafael Abril y León, Senador Vitalicio, que puso constantemente su influencia en provecho y beneficio de aquella ciudad que así corresponde, de un modo gallardo, a los favores y a la protección que ha recibido.
Reproducimos con verdadera complacencia el pergamino hecho por el Sr. Ximénez Mazzuco, que puede enorgullecerse de su obra, como nosotros nos enorgullecemos de que en este
rincón de la tierra española tengamos artistas que en ese género de trabajos puedan igualarse a los mejores, antiguos y modernos que cultivaron género tan difícil y tan valioso.
En cuanto a Castillo de Locubín, la simpática y laboriosa población que ostenta en su
escudo de armas la llave para guarda y defensa de los Reinos de Castilla, une, con este
homenaje, un timbre más a su caballerosa hidalguía y lo expresa en un documento procer, digno de quien lo recibe, digno de quien lo ofrenda y digno, también, de quien lo ha hecho.