Efectivamente, la imagen del Santo Sepulcro fue destrozada junto con el resto de la Iglesia de San Pedro durante la guerra civil. Cuentan los abuelos y abuelas de nuestro pueblo, que la procesión del Santo Sepulcro era muy impactante. La imagen procesionaba por las calles de nuestra localidad el viernes santo en la madrugada, rodeada de un silencio sepulcral y acompañada de penitentes con túnica negra, capirote negro y un ancho cíngulo de esparto. Además, algunos penitentes portaban cadenas amarradas a los pies, siendo el rechinar de las cadenas el unico sonido ambiente.