Ciertamente, El Encuentro es el momento cumbre de la Semana Santa de Castillo de Locubín. Tengo que reconocer que siempre se me erizaba el vello cuando lo veía desde fuera del trono, como un espectador más entre la multitud, pero ahora que lo vivo desde dentro, para mi es una experiencia de vida, un profundo momento de recogimiento, sentimientos, pensamientos, realmente no tengo palabras para describir la emoción que siento y comparto con mis compañeros de trono. Es algo muy grande y un momento de enorme responsabilidad, pues portamos el cuerpo yacente de Cristo al encuentro con su madre dolorosa, plena de dolor y agonía. Realmente indescriptible. Os contaré mi primera experiencia como costalero. Recuerdo que llegado el momento del Encuentro, cuando el trono giró en un ángulo de 45 grados, pude ver el rostro de la Virgen Dolorosa a través del enrejado y aquel fue un momento que viví como costalero del Santo Entierro que jamás olvidaré. Recuerdo, un Viernes Santo que debido a la lluvia decidimos acortar el recorrido y subir por la calle Blas Infante hasta el Paseo de la Constitución para realizar El Encuentro. Durante el trayecto nos dedicaron una saeta, otro momento inolvidable en mi agenda de recuerdos. Y en la pasada Semana Santa, El Encuentro fue especialmente emotivo, puesto que se realizaron dos levantadas, una primera presentando la imagen de Cristo yacente a su madre y otra segunda dedicada a la Cofradía de la Virgen de los Dolores y su cuerpo de costaleros como un reconocimiento por tantas Semanas Santas compartidas y vividas con intensidad. En definitiva, multitud de recuerdos y experiencias que han quedado grabas en mi mente y en mi corazón para siempre. Os invito a que vivais la Semana Santa de nuestro pueblo, merece la pena! Un fuerte abrazo para todos!