CASTILLO DE LOCUBIN: Efectivamente puede que haya gente a la que no les...

Veo que algunos siguen esforzándose en teñir este bonito e interesante foro con tintes políticos. Una verdadera lástima...

Hola Paco,
Creo que cada uno debe expresar su parecer. Otra cosa es que interese o no. Pero no veo mal que se utilice para expresar ideas, una cosa es que te gusten o no.
Como ves vamos todos a nuestra bola. Y Espartaco dice lo que piensa.
Algo que me gusta menos es ese afan por eliminar fotos (La España profunda) que aun sigue existiendo.
Saludos,

Efectivamente puede que haya gente a la que no les interese estos temas. Ni mucho menos pretendo estar a todas las horas con el mismo tema. Seguiré metiendo más información y fotos de Castillo y sus gentes.
No puedo ocultar mis ideas y mi manera de pensar. Es más respecto a la gente que no comparta estas ideas.
Soy de profundas ideas republicanas y esto irá conmigo mientras viva. En el trabajo, en la vida familiar y en la vida social las intento llevar a cabo. Somos muchos los que estamos a favor de estas ideas. Mas de lo que la gente piensa. Nuestro modelo de vida social, política y económicas esta agotado. Es necesario un cambio pacífico pero revolucionario. Afortunadamente la sociedad ya está abriendo los ojos ante el futuro de incertidumbre que se avecina y eso es una señal. La esperanza nunca se debe de perder.
¡No hay dos sin tres!
¿Sabéis cual es el futuro de los hipócritas?

El futuro de los hipócritas

Koldo Campos Sagaseta
Gara

Los hipócritas no tienen rostro, apenas la sonrisa maquillada con que ensamblar la pose y la fachada para poder sumarse al carnaval y simular una apariencia humana.

Los hipócritas no tienen amigos, como mucho otros socios de embozos y emboscadas con quienes tramar complicidades y multiplicar los beneficios.

Los hipócritas no tienen sueños, quizás las alas rotas de tanto otear el suelo, si acaso la utopía a plazo fijo, o la pesadilla del espejo cuando el tiempo se cobre los olvidos.

Los hipócritas no tienen palabras, únicamente voces de artificio, registros de fogueo con que acallar conciencias y maquinar coartadas.

Los hipócritas no tienen vergüenza, la extraviaron delante de sus ojos el día en que aprendieron a ignorarla para no exponerse más a verla.

Los hipócritas no tienen memoria ni conservan archivos de su infamia, que no hay verdad que no deba mentirse ni mentira que no pueda afirmarse.

Los hipócritas no tienen amor, sólo miedo a conocerse y a que los descubran, sólo espanto a que la vida reivindique su pulso y los pulmones dejen salir el aire.

Los hipócritas no tienen Dios, les basta darse golpes en el pecho invocando su nombre en el temor de que alguna vez los oiga.

Los hipócritas no tienen pasado, se conforman con negar las evidencias y esconder sus páginas en blanco, siempre cautivos de la farsa urdida pero a salvo del dictamen de la historia.

Lo único que en una sociedad como la nuestra tienen los hipócritas es... futuro.

Pero, eso sí, un futuro sin rostro, sin amigos, sin sueños, sin palabras, sin vergüenza, sin memoria, sin amor, sin Dios, sin pasado... sin futuro..