CASTILLO DE LOCUBIN: No estamos nunca más descontentos de los demás que...

EL ELOGIO POR AQUÍ Y LA PREBENDA POR ALLÁ

Un buen ejemplo.

“Con la refinería, Extremadura tendrá los tres pilares fundamentales que necesita todo país para funcionar en el siglo XXI: Acero, cemento y petróleo”.
Alfonso Gallardo.

Manolo Cañada publicó en el año 2008 un interesante artículo titulado “Humos y Caciques” que versa sobre el ingenioso empresario Alfonso Gallardo, promotor de Fundiciones Gallardo y Siderúrgica Balboa.
Ante de empezar quisiera aclarar que existen muchos escritores e investigadores que no reciben prebendas de ninguna institución para publicar sus escritos ni ayudas de ningún tipo. Y muchos ni siquiera tienen “madricitos” que les prologuen sus libros. Debemos de alegrarnos de que algunos todavía conservan la decencia.

Cañada pone de manifiesto, mejor que ningún otro, como los poderosos también leen a Kafka.

¿Qué decir sobre “Don Alfonso”?

Durante la década de los ochenta eran conocidas sus fechorías por las tierras de Extremadura. La Junta expropió una serie de terrenos y le arrimó más de 4000 millones de las antiguas pesetas. A pesar de las quejas de los trabajadores por los bajos salarios, por el impago de horas extras e incluso el miedo existente por la contaminación de las aguas y los casos de cáncer, a pesar de las Plataformas Ciudadanas creadas para combatir las sinrazones, todavía sigue en activo.
El señor Gallardo participó junto con el Grupo Prisa en la puesta en marcha de Canal Sur Extremadura, una televisión transgénica que se mantiene con fondos públicos pero que se gestiona de manera privada. De esta manera, utilizando todos los medios a su alcance, se amordazaba contra las críticas. “El Grupo Gallardo les ofrece la noticia económica del día”…
Como muy bien afirma el autor: “Pocos se escandalizaron entonces de que le beneficiario de la subvención más grande hasta aquel momento de la historia de Extremadura fuese el tío del diputado y alma máter del aparato del PSOE extremeño, Francisco Fuentes Gallardo (…)”
El autor pone una cita de Lucas Mallada autor de un libro titulado “Los males de la patria y la futura revolución española” publicado por Alianza Editorial, análisis magistral sobre el tema del caciquismo y el clientelismo:

“Desde los negocios que representan millones de pesetas hasta el estanco o la cartería de la más insignificante aldea, desde la mitra de una diócesis hasta el último juzgado municipal, desde la presidencia de los tribunales más respetables hasta la humilde portería, todo queda a disposición de los caciques, que son, más que los ministros y directores generales, los que gobiernan la nación”

Finalmente añade: “sumándonos a los afanes regeneracionistas de Lucas Mallada: desde las recalificaciones urbanísticas hasta la distribución de ayudas a la más pequeña ONG; desde la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia hasta los libros publicados por las editoriales institucionales (que curioso); desde los préstamos e inversiones de las Cajas de Ahorro hasta los cursos y subvenciones de los sindicatos oficiales (también muy curioso); desde las elecciones a las cámaras de comercio hasta los precarios contratos laborales de las mancomunidades comarcarles; desde los nombramientos de libre designación hasta las comisiones de servicio “humanitarias”; desde las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH) hasta las cajas rurales; desde los complementos vitalicios para ex altos cargos de la administración hasta la asignación a los Centros de Profesores y Recursos; desde la adjudicación por concurso de las obras públicas hasta la última de las asesorías técnicas subcontratada para la Junta…. Nada es ajeno a la larga mano del cacique moderno”.
Así se explica el sistema del clientelismo y, por supuesto, la fortaleza de los grandes partidos. En este caso es el PSOE de la Junta de Extremadura. Dicha red clientelar, fuerte y sofisticada, es la que hace posible la perpetuación del partido en el poder en estos años que llevamos de “democracia”.
Lo mismo sucede en nuestra Andalucía, donde por cierto también el emporio Gallardo está muy interesado.

No estamos nunca más descontentos de los demás que cuando lo estamos de nosotros mismos. La conciencia de un error nos vuelve impacientes, y nuestro corazón astuto disputa afuera para distraerse dentro.