Hay muchas beatas (de las malas) que escupen mucho veneno por la boca. La hipocresía y la falsedad de las personas no van conmigo. Mi desprecio mas despreciable para ellas.
Hola Espartaco, yo conocía a un par de beatas así, todos los días a hacer la visita y darse golpes de pecho y luego te ponían a parir. Una de ellas me perjudicó gravemente pero espero que pague con la pena que después le cayó. Si entra en el foro (la beata) sabrá que estoy hablando de ella.
Un saludo.
Un saludo.
De esas son las que me ponen también a mi a parir. Pero afortunadamente nunca se han salido con la suya. A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de conocer a personas de iglesia que son encantadores. Trabajadores, serios, precoupados por los problemas reales de la sociedad. En la iglesia católica hay de todo.
Recuerdo perfectamente que mi madre sufrió en sus carnes la hipocresía y la falsedad de las beatas malas, de aquellas que en sus años mozos se quitaban las bragas y se las echaban al cura por el balcón, y como supo combatir las sinrazones y los falsos rumores que en su momento circulaban.
Cuando he colgado las fotos de Miguel Brieva jamás me he referido a situaciones particulares de nadie ("que si soy niño de papa"), simplemente me he limitado a protestar contra algo que me parece injusto: la subvención por parte del Estado de la enseñanza privada y concertada. Son muchísimos los docentes en este país que están alzando su voz contra esta ignonimia.
En cambia he conocido y conozco a otras mujeres, que son religiosas, y son personas que colaboran con la vida parroquial (caritas y manos unidas) de una manera admirable y anónima. Para ellas mi más sincero respeto.
Saludos Mellado.
Recuerdo perfectamente que mi madre sufrió en sus carnes la hipocresía y la falsedad de las beatas malas, de aquellas que en sus años mozos se quitaban las bragas y se las echaban al cura por el balcón, y como supo combatir las sinrazones y los falsos rumores que en su momento circulaban.
Cuando he colgado las fotos de Miguel Brieva jamás me he referido a situaciones particulares de nadie ("que si soy niño de papa"), simplemente me he limitado a protestar contra algo que me parece injusto: la subvención por parte del Estado de la enseñanza privada y concertada. Son muchísimos los docentes en este país que están alzando su voz contra esta ignonimia.
En cambia he conocido y conozco a otras mujeres, que son religiosas, y son personas que colaboran con la vida parroquial (caritas y manos unidas) de una manera admirable y anónima. Para ellas mi más sincero respeto.
Saludos Mellado.