Es intensa la profundidad, la lejanía se desaparece en el infinito mar de montañas espectaculares, con sello de identidad propio... refresco visual que permanece inalterable a nuestros ojos... (sí esconde vida que podemos descubrir). Aún no he tenido la ocasión de admirarlo personalmente, pisar la roca de los tajos de la Nava, yo digo que cualquier día será bueno. Saludos.
Merece la pena.., Severo. Gracias de nuevo por deleitarnos con esas fotografías tan intereserentes de paisajes y abrevaderos.