El
Castillo de la Yedra de
Cazorla
El Castillo de la YEDRA fue adquirido en virtud del Decreto 1427/72 del 10 de mayo (BOE. Núm. 136 de 7 de junio de 1972) por el que se declaran de utilidad pública las obras y servicios a realizar. Para el cumplimiento de esta finalidad se autoriza la adquisición mediante expropiación de dicho castillo, que por aquella fecha era propiedad de la Fundación "Marín García" de las Hermanas Mercedarias de la Caridad. Posteriormente y por Decreto 337/73 del 23 de diciembre (B. O. E. núm. 21 de 25 de enero de 1973), se crea en Cazorla el
MUSEO DE ARTES Y
COSTUMBRES "ALTO GUADALQUIVIR". Consta de dos partes muy diferenciadas, la sección de
historia y la sección de artes y costumbres populares.
Hacer una descripción del Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir, que fuese lo suficientemente orientativa, nos llevaría a comenzar por los elementos arquitectónicos del
edificio que lo alberga, El Castillo de la Yedra, de la historia, de las piezas que lo componen, de las vicisitudes del montaje, etc Historia del Castillo de Cazorla
Está ubicada en la
Torre del
Homenaje la cual es la zona más noble de toda la fortaleza y también la más meticulosamente construida, con mayor riqueza de materiales y esmero arquitectónico.
Su construcción fue concebida exclusivamente para un uso
militar y no como
palacio de un señor feudal o pequeña corte de monarca
medieval. Por ello es de
arquitectura sobria aunque compensada por la belleza que aporta la topografía de su emplazamiento y el
paisaje que la circunda.
Consta de tres estancias en las que están instaladas las salas que a continuación comentamos.
En la Primera Sala se ha instalado una
capilla con un
Cristo románico-bizantino de tamaño natural montado en
cruz de madera de
ciprés. Le rodea una completa colección de doce pinturas anónimas del Siglo XVII que representan a los Apóstoles y una talla barroca del obispo
San Ambrosio.
En la Segunda Sala o Sala de Armas está decorada con panoplias en forma de
escudo con diversas armas: espadas, ballestas, hachas, alfanjes, etc. Además dispone de dos armaduras y arcones tallados, así como mobiliario de los siglos XVI y XVII.
La Tercera Sala o Sala Noble, es la que más arquitectónicamente destaca por su terminación en una
bóveda de crucería
gótica y sus
ventanales de
arcos apuntados con parteluz, también
gótico. En ella se exponen tres tapices flamencos del siglo XVII, firmados por Ian Raes y cuatro bargueños formando conjunto con sus correspondientes mesas del siglo XVIII.