Pues te voy a decir una cosa, porque por suerte o por desgracia, en Chiclana nos conocemos todos. En una ciudad grandes los ciudadanos pueden hacer casi nada, pero en un pueblo tan pequeño, te aseguro que el que no puede hacer casi nada sin la colaboración ACTIVA de sus ciudadanos es un alcalde. Así que a lo mejor si todos nos pusiésemos manos a la obra y estuviésemos dispuestos a colaborar en lo que hiciera falta, todo podría ser diferente. Pero desde luego, si estamos esperando a que Chiclana renazca mientras todos miramos cómodamente sentados en la plaza, vamos listos. Desde luego que nos podemos sentar, porque de pie nos vamos a cansar, aunque se bajara la Santísima Trinidad del altar para sentarse en el ayuntamiento.