Hola Juan Torres, soy Salvador.
Agradezco tus líneas recordando aquellas vivencias de niños, y sobre todo ver los nombres de tan gratas personas que mencionas, siempre los he recordado con un especial sentimiento, pero como tú bien dices, con el cierre de las minas, segaron toda clase de sentimientos.
Hoy intuimos la gravedad de aquella situación, pero quienes en realidad la padecieron fueron nuestros padres y abuelos; como ejemplo mi abuelo Pedro Marcos, que habiendo vivido 84 años en El Centenillo, a los tres meses de vivir en Valencia, murió de tristeza.
Por otra parte, entiendo que El Centenillo, como otras zonas mineras, antes o después habría sido víctima de las crisis por las que ha pasado la minería en los últimos tiempos.
Creo que siempre tendremos incertidumbre sobre nosotros mismos, o sobre que hacemos aquí sin nuestras familias o amigos.
En fin, Juan, os mando un abrazo, transmiteselo a tus tios: Faustino y Manolita.
Mi correo: salva-marti@hotmail.com.
Agradezco tus líneas recordando aquellas vivencias de niños, y sobre todo ver los nombres de tan gratas personas que mencionas, siempre los he recordado con un especial sentimiento, pero como tú bien dices, con el cierre de las minas, segaron toda clase de sentimientos.
Hoy intuimos la gravedad de aquella situación, pero quienes en realidad la padecieron fueron nuestros padres y abuelos; como ejemplo mi abuelo Pedro Marcos, que habiendo vivido 84 años en El Centenillo, a los tres meses de vivir en Valencia, murió de tristeza.
Por otra parte, entiendo que El Centenillo, como otras zonas mineras, antes o después habría sido víctima de las crisis por las que ha pasado la minería en los últimos tiempos.
Creo que siempre tendremos incertidumbre sobre nosotros mismos, o sobre que hacemos aquí sin nuestras familias o amigos.
En fin, Juan, os mando un abrazo, transmiteselo a tus tios: Faustino y Manolita.
Mi correo: salva-marti@hotmail.com.