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Para Carmen, nieta de Julián Pérez "Botica".
Hola soy Salvador.
Estoy seguro de que todos los paisanos de El Centenillo conocen, y tienen buenos recuerdos de tu abuelo Julián "Botica".
Yo era aún muy niño, nací en el 52, pero a mi manera, tengo recuerdos muy gratos de él.
Recuerdo que vivían al final de la calle La Oliva, donde también tenían el despacho de los churros, este despacho era un salón bastante amplio a la entrada de la casa, con un mostrador a la derecha; yo tenía que ponerme de puntillas para poder ver lo que había sobre este mostrador, y si mal no recuerdo, entre otras cosas, podía ver un haz de juncos verdes que los usaban para engarzar o anudar las rosqillas de churros, trásmostrador tu abuelo y tus padres.
Lo recuerdo también, en el verano, empujando su carro de los helados, y un pequeño delantal a modo de faltriquera para las monedas, siendo su principal recorrido desde La Corredera hasta La Plaza de la Iglesia; en las tardes de futbol se iba hasta allí y se ponía a la sombra de un gran nogal que había en un lateral del campo; y como anécdota, recuerdo haber oído decir a alguien que: en los días de mucho calor, era una guerra continua, la de "Botica", para mantener frío el helado; y hoy, cuando oigo hablar de la amenazadora Guerra Fría de los misiles, no tengo por más que, cariñosamente, exclamar: "para guerra fría la de Botica con los helados".
En fin Carmen, a grandes rasgos así es como recuerdo a tu abuelo, y creo recordar que ellos se marcharon de El Centenillo antes de cerrar las minas, esto te lo podrán decir tus padres.
Un abrazo para tí y tu familia.
Salvador.
Hola soy Salvador.
Estoy seguro de que todos los paisanos de El Centenillo conocen, y tienen buenos recuerdos de tu abuelo Julián "Botica".
Yo era aún muy niño, nací en el 52, pero a mi manera, tengo recuerdos muy gratos de él.
Recuerdo que vivían al final de la calle La Oliva, donde también tenían el despacho de los churros, este despacho era un salón bastante amplio a la entrada de la casa, con un mostrador a la derecha; yo tenía que ponerme de puntillas para poder ver lo que había sobre este mostrador, y si mal no recuerdo, entre otras cosas, podía ver un haz de juncos verdes que los usaban para engarzar o anudar las rosqillas de churros, trásmostrador tu abuelo y tus padres.
Lo recuerdo también, en el verano, empujando su carro de los helados, y un pequeño delantal a modo de faltriquera para las monedas, siendo su principal recorrido desde La Corredera hasta La Plaza de la Iglesia; en las tardes de futbol se iba hasta allí y se ponía a la sombra de un gran nogal que había en un lateral del campo; y como anécdota, recuerdo haber oído decir a alguien que: en los días de mucho calor, era una guerra continua, la de "Botica", para mantener frío el helado; y hoy, cuando oigo hablar de la amenazadora Guerra Fría de los misiles, no tengo por más que, cariñosamente, exclamar: "para guerra fría la de Botica con los helados".
En fin Carmen, a grandes rasgos así es como recuerdo a tu abuelo, y creo recordar que ellos se marcharon de El Centenillo antes de cerrar las minas, esto te lo podrán decir tus padres.
Un abrazo para tí y tu familia.
Salvador.