Es que no me acuerdo muy bien de cómo era la canción que cantábamos en la aceituna como si fuera un himno, eso de más blanca que una azucena, ay qué bonito que es Escañuela. En realidad no es tan bonito, pero si nosotros lo imaginamos así ocurre. Esto no quiere decir que sea feo, porque los sueños más hermosos que yo tengo transcurren en Escañuela. A veces también los más horribles, lo que sólo quiere decir que he nacido en Escañuela y para mí significan algo las gentes y los paisajes de esta zona. Debe ser una cosa del karma. Yo os voy a hacer partícipes de que en Escañuela existen 21 olivos milenarios que es lo más bonito que he visto jamás y como decía mi abuela el que quiera aprender que vaya a la escuela. Pues los olivos son diferentes unos de otros y sobre todo cuentan muchas cosas ¿Por qué no les preguntamos? Al principio nos hablarán de quienes los plantaron y de cómo fue ese día, si agradable o frío... Pero más tarde nos confiarán secretos extraordinarios, incluso sabremos si un año habrá sequía o en cambio será un año húmedo, lo cual viene bien para arreglar el tejado. Bueno hasta otra y que los espíritus felices de los campos y de la Alconera y del Cerro la Pava y de las montañas de Jabalcuz y de la Pandera, la peña de Martos, etc. Y de más y más atrás os acompañen.
Hasta pronto.
Fdo. El Lagarto Jaén que nunca explotó.
Hasta pronto.
Fdo. El Lagarto Jaén que nunca explotó.