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Buenos dias a todos: Os felicito a todos por vuestras intervenciones, y una vez mas porque sois geniales, al final se esta consiguiendo lo que yo siempre deseaba, hablar los de fuera y los de dentro, un dia sin leer el foro es como perderse en un bosque. He tenido que apuntarme todas las cosas a las que quiero contestar, ¡que fuerte ¡. Por cierto, como dice Jaleo, no teneis narices de que entre todos organicemos tal emcuentro para comer migas.
Trini: Muy buena historia, decirte que esa sierra que has visto es la que el grupo de los pinchiteros, cada vez que pueden se van a ella, a disfrutarla. Con respecto al carbon, como dice mi marido Juan (Chache Juan), mi padre en su juventud fue carbonero, el se dedicaba a cortar los chaparros, y quemarlos, y te puedo explicar perfectamente de que forma lo hacian, porque hay veces que se me van las horas escuchando sus hazañas, ellos tambien vivian en el campo, e iban a los cortijos a pedir comida, para subsistir.
Toñi: Soi mas joven que vosotros, pero esos nombres de Enriquetilla e Hilaria me suenan un monton, vuelvo a repetir que me encanta escuchar hablar a los mayores de la vida de antes, y tambien te digo que si te acuerdas de la Dolores de Tete (mi abuela), tambien las paso canutas, para criar a 9 hijos, la ultima de ellas mi madre, "la Antoñilla". Mi abuela iba andando con una maquina de coser (de las de antes, que aun yo la conservo) en la cintura, hasta Fuente Viejas, para coserle ropa a la gente y asi sacar unas pelillas, y poder pagar el pan para comer, que pena, y ahora lo que tenemos.
Por lo de la merendica, te digo que en el barrio de mis padres, hay una cruz, en la cual cada año como toda la vida, el dia de antes de la cruz, la adornamos y hacemos por la noche una hogera en mitad de la calle, y la propietaria de la cruz, nos invita a chocolate. Mi madre le compra los hornazos a mis niños y a mis sobrinos, pero no salimos al campo a comer, por el tema del trabajo, y es una cosa que añoro mucho de mi infancia.
Belmontes: Que buena historia, pero no podras decir que tienes mala punteria.
Felicidades a los abuelos, animo a los que faltan por escribir, y a los demas seguir contando historias.
PD. Trini no he visto tus fotos, donde las has puesto?
UN SALUDO PARA TODOS, SIN EXCLUSIONES.
Trini: Muy buena historia, decirte que esa sierra que has visto es la que el grupo de los pinchiteros, cada vez que pueden se van a ella, a disfrutarla. Con respecto al carbon, como dice mi marido Juan (Chache Juan), mi padre en su juventud fue carbonero, el se dedicaba a cortar los chaparros, y quemarlos, y te puedo explicar perfectamente de que forma lo hacian, porque hay veces que se me van las horas escuchando sus hazañas, ellos tambien vivian en el campo, e iban a los cortijos a pedir comida, para subsistir.
Toñi: Soi mas joven que vosotros, pero esos nombres de Enriquetilla e Hilaria me suenan un monton, vuelvo a repetir que me encanta escuchar hablar a los mayores de la vida de antes, y tambien te digo que si te acuerdas de la Dolores de Tete (mi abuela), tambien las paso canutas, para criar a 9 hijos, la ultima de ellas mi madre, "la Antoñilla". Mi abuela iba andando con una maquina de coser (de las de antes, que aun yo la conservo) en la cintura, hasta Fuente Viejas, para coserle ropa a la gente y asi sacar unas pelillas, y poder pagar el pan para comer, que pena, y ahora lo que tenemos.
Por lo de la merendica, te digo que en el barrio de mis padres, hay una cruz, en la cual cada año como toda la vida, el dia de antes de la cruz, la adornamos y hacemos por la noche una hogera en mitad de la calle, y la propietaria de la cruz, nos invita a chocolate. Mi madre le compra los hornazos a mis niños y a mis sobrinos, pero no salimos al campo a comer, por el tema del trabajo, y es una cosa que añoro mucho de mi infancia.
Belmontes: Que buena historia, pero no podras decir que tienes mala punteria.
Felicidades a los abuelos, animo a los que faltan por escribir, y a los demas seguir contando historias.
PD. Trini no he visto tus fotos, donde las has puesto?
UN SALUDO PARA TODOS, SIN EXCLUSIONES.
