¿tienes una cafetería?

FRAILES: Eres un baúl de inacabables sorpresas Paquillo. Cuentas...

Me vienen, sin saber por qué, tal vez por mis manías, de recordar esas sinrazones que inapelablemente la vida nos deparaba desgraciada mente en los pueblos, por la falta de educación que viene bien aquí recordar. Si queremos aprender del daño que se puede hacer con estas y otras injusticias. Había en el nuestro una joven, muchacha, que he cambiado el nombre por obvia precaución, muy guapa y dos señoras, sesentonas y cotillas cerca de mi en una tienda, exclamaron:" ¡MIRA, LA MEDIO-MONJA!". Yo me atreví a preguntar el por que le decían eso y la más mayor, de nariz aguileña y labios fruncidos pintados de rojo contestó:"pues porque casi no sale, ni con hombres, ni con amigas, solo al mercado, a la botica y poco mas y así años, se va a encartonar, le hace falta airearse".
Yo regresé a casa pensativo, lo escuchado y la forma ya me preocupaba y mi madre, que conocía a tal Martirio, y a las citadas burlonas, me conto su historia. Esta mujer se quedó viuda con veinte años, casi una niña y es normal que cuando pasó la pena, le dieran las ganas de volver a vivir, de ir a bailes, de conocer chicos y libre era, en todas las de la ley, pero entonces empezaron a cuchichear que vaya desvergüenza, que descaro, con el "muerto talentico" aún (al os veinte meses todavía no lo creían "frio") ella tan alegre y pensando en machos, así que la calificaron de PENDÓN (cuando obraba como cualquiera de su edad).
Vale, Martirio desengañada tras su fracaso y que no le permitieran rehacer su existir, se refugió en La Iglesia, y demostró ser muy buena cristiana, con acción además de oración, ayudándole al cura de la parroquia en sus reuniones, en las lecturas de la misa, en los cantos y catecismo, repartiendo todo lo mejor de sí misma a los demás, pero he aquí que tampoco esta actitud interesó ahora, las viste santos, beatas, solteronas con olor a rancio, quizás envidiosas de su protagonismo y frescura consideraron que tan bella señora era ilógico que hiciera labores de vieja, que tenía que tener rollo con el sacerdote, forzosamente y le decían LA NOVIA DEL CURA (cuando solo eran colaboradores).
De acuerdo, abandona el templo y hasta la fé y se echa una amiga intima, de las de tomar café juntas y así acudir al cine, a la peluquería, visitarse, confidenciar y tampoco contenta a la sociedad, a los vecinos que ven extraño que la chica tenga tal churreteo con otra chica y no se la conozcan varones al lado por lo que le cuelgan nuevo sambenito: LESBIANA (sin serlo, porque si se es tampoco es delito).
Martirio se recluye en su casa, a cuidar a sus padres ancianos y enfermos, ni tiene ganas ni tiempo para ir a las calles y ser diana de los dardos de quienes tanto especulan y elucubran, sacan titulillos sobre ella y sus comportamientos, que en realidad son corrientes. Y ahora la apodan... MEDIO-MONJA (sin haber decidido vestir hábitos)
¿Qué os parece? a mi muy triste, que una persona que merecía ser ensalzada, por sus valores físicos e interiores haya sido pasto de la calumnia total e interminable y ella lo haya permitido, pues eso se habría cortado si ella, desde el principio hace lo que cree que debe y le importa solo la opinión de sus afectos, no los de unas gentes que al final ¿qué le han solucionado?

Eres un baúl de inacabables sorpresas Paquillo. Cuentas historias donde sus personajes rebosan contenido emocional, como átomos que ocultan en su interior majestuosos universos.