hace ya unos años fuimos tres amigos a pescar el embalse del cubillas (franci, rabo y yo), en busca de los licios que muchos pescadores habiamos oido hablar de ellos pero pocos teniamos el previlegio de haber topado con ellos; nos pasamos toda la mañana dando torterazos en esas orillas y perdiendo señuelos sin ver ni un solo pez; cuando de pronto franci, loco de contento grito ¡un lucio,, un lucio ¡
y ahi estaba, habia enganchado un lucio de unos siete kilos, cuando lo tenia cerca de orilla, vi como franci movio el bigote y con cara de preocupación me dijo, ¡toni, cojelo que se me escapa, que tiene el anzuelo en el filo del lavio ¡
y yo ignorante de mi intente cogerlo, pero cada vez que me acercaba a el bicho, abria una boca que parecia el de la pelicula de tiburon, pues la criatura tenia una boca que le cogia mi brazo entero y como un mil colmillos.
al final se le quedo el mal sabor de boca y el gruñe gruñe que me lio,
(¿por que no lo has cogido?) me decia, Ja ja que gracioso, haberle metio tu la mano en la boca valiente.
y ahi estaba, habia enganchado un lucio de unos siete kilos, cuando lo tenia cerca de orilla, vi como franci movio el bigote y con cara de preocupación me dijo, ¡toni, cojelo que se me escapa, que tiene el anzuelo en el filo del lavio ¡
y yo ignorante de mi intente cogerlo, pero cada vez que me acercaba a el bicho, abria una boca que parecia el de la pelicula de tiburon, pues la criatura tenia una boca que le cogia mi brazo entero y como un mil colmillos.
al final se le quedo el mal sabor de boca y el gruñe gruñe que me lio,
(¿por que no lo has cogido?) me decia, Ja ja que gracioso, haberle metio tu la mano en la boca valiente.