Como os comente, hoy iba a estrenar mi caña de pescar, y no veas que estreno he tenido, algunos ya lo saben, pero os lo voy a contar para que los de fuera se hagan la idea, sobre todo Pepe y Encarna que también saben de este mundillo.
Esta mañana Chache Juan se levanto tempranito, para irse él a pescar, por si no podía hacerlo después cuando fuéramos nosotros, que pillin, quería pescar él todas las truchas, pero la jugada le salio mal, no pesco nada. Sobre las diez fue a recogernos al novel cosechero, a mi pequeño David y a mi. Llegamos a puente del baño nos enfundamos las botas de pescar y con todos los artilugios ponemos rumbo al río, nada mas llegar y poner los pies en él casi pego de corteza en el agua, pensé “madre mía como empiezo”, todo trascurrió tranquilamente, hasta que Chache saco la primera trucha, la emoción empezó a brotar. Después Chache decide llevarnos a otro sitio, el sitio de la gloria, jeje, un pedazo de poza, y me dice “ala explora esa poza”, me acerco y con la inocencia de un niño, lanzo el corcho a la poza, a los dos segundos, me pareció que algo había mordido el anzuelo, pero miro y el sedal se me había enredado en una rama, con un ligero tiron el sedal se salio solito de la rama, con lo que me di cuenta de que verdaderamente el anzuelo había sigo mordido por una trucha, empecé a liar como novata que soy y mi novel me dice “tita no tires tanto, déjala que se canse”, pero mi corazón latía tan fuerte que era imposible, empecé a liar flojito y andando paso atrás miraba a Chache que estaba mas abajo con mi David, el cual no se estaba enterando de nada, para mi sorpresa vi como una gran trucha salía del agua, eufórica llame a Chache que acudió rápidamente, y quedo sorprendido. La verdad es que nunca me lo hubiera imaginado que yo sacara esa trucha de más de un kilo. A continuación mientras Chache devolvía la trucha al río, aun con el corazón palpitando rápidamente, y temblando sote mi caña y decidí no pescar más, estaba totalmente satisfecha con la hazaña.
Momentos después mi euforia se convirtió en tristeza, me hubiera gustado más que mi novel cosechero la sacara en mi lugar, ya que él estaba a mi lado, y me miraba muy entusiasmado, pero me duro poquito, porque minutos más tarde en otra poza él ha sacado otra, y tampoco era pequeña. Así que todos muy satisfechos, bueno, menos mi pequeño que me acaba de preguntar que porque a él no le picaban las truchas, si lo hubierais visto con su cañita, en la orilla del río….. para comerselo, jejeje
Después de seis años al fin estrene mi caña de pescar, ¡y que estreno!
Un besazo para todos.
Esta mañana Chache Juan se levanto tempranito, para irse él a pescar, por si no podía hacerlo después cuando fuéramos nosotros, que pillin, quería pescar él todas las truchas, pero la jugada le salio mal, no pesco nada. Sobre las diez fue a recogernos al novel cosechero, a mi pequeño David y a mi. Llegamos a puente del baño nos enfundamos las botas de pescar y con todos los artilugios ponemos rumbo al río, nada mas llegar y poner los pies en él casi pego de corteza en el agua, pensé “madre mía como empiezo”, todo trascurrió tranquilamente, hasta que Chache saco la primera trucha, la emoción empezó a brotar. Después Chache decide llevarnos a otro sitio, el sitio de la gloria, jeje, un pedazo de poza, y me dice “ala explora esa poza”, me acerco y con la inocencia de un niño, lanzo el corcho a la poza, a los dos segundos, me pareció que algo había mordido el anzuelo, pero miro y el sedal se me había enredado en una rama, con un ligero tiron el sedal se salio solito de la rama, con lo que me di cuenta de que verdaderamente el anzuelo había sigo mordido por una trucha, empecé a liar como novata que soy y mi novel me dice “tita no tires tanto, déjala que se canse”, pero mi corazón latía tan fuerte que era imposible, empecé a liar flojito y andando paso atrás miraba a Chache que estaba mas abajo con mi David, el cual no se estaba enterando de nada, para mi sorpresa vi como una gran trucha salía del agua, eufórica llame a Chache que acudió rápidamente, y quedo sorprendido. La verdad es que nunca me lo hubiera imaginado que yo sacara esa trucha de más de un kilo. A continuación mientras Chache devolvía la trucha al río, aun con el corazón palpitando rápidamente, y temblando sote mi caña y decidí no pescar más, estaba totalmente satisfecha con la hazaña.
Momentos después mi euforia se convirtió en tristeza, me hubiera gustado más que mi novel cosechero la sacara en mi lugar, ya que él estaba a mi lado, y me miraba muy entusiasmado, pero me duro poquito, porque minutos más tarde en otra poza él ha sacado otra, y tampoco era pequeña. Así que todos muy satisfechos, bueno, menos mi pequeño que me acaba de preguntar que porque a él no le picaban las truchas, si lo hubierais visto con su cañita, en la orilla del río….. para comerselo, jejeje
Después de seis años al fin estrene mi caña de pescar, ¡y que estreno!
Un besazo para todos.